Justo cuando estábamos en los saludos iniciales y sin haberlo propuesto, llegó Mar Fernández Rosada, otra escritora cuya presencia hizo falta en esta Feria, su libro “No me preguntes por qué” (reseñado en este blog) fue uno de los grandes ausentes de esta versión y es un lástima porque tanto su libro como el otros muchos autores, ameritaban tener un sitio allí, en fin, habrá más ferias y seguro los vemos en ellas. ¿Qué me ha inspirado Mar?, en tres palabras, es toda corazón, una mujer que emana alegría, tal como Victoria es poseedora de una profunda simpatía, alguien que se hace querer, sencilla, cálida, cariñosa y un largo y variado conjunto de adjetivos calificativos positivos, fue abrazarlas y sentirme querida, puede que estas sensaciones estén unidas también al hecho de haber leído sus libros y haberlos “sentido”, dicho de otro modo, haber rescatado las profundas sensaciones con que fueron escritos.
La caseta de Victoria y de Ediciones Éride se fue llenando poco a poco, ella debía continuar allí, mientras Mar, su familia y yo la dejamos para que pudiera seguir con sus lectores, para mí fue otro momento inolvidable, estar cerca y conversar de todo un poco, verla tan cercana y sobre todo, sentir su cariño, tal como en las otras ocasiones, me provocó una cantidad de sentimientos encontrados muy grandes, pues como ya lo he dicho otras veces, tener a tus escritores favoritos al lado no es algo que se repita todos los días.
Luego de estos encuentros, me fui a dar un paseo por toda La Feria, poco a poco ese mar de gente del comienzo iba disminuyendo, se acercaba la hora de comer y como sucede en todas partes, es una hora que no se perdona, me fui de extremo a extremo, volví a la caseta 222 de Ediciones B, pero el vacío que vi allí era muy grande, así es que proseguí mi camino, en otra caseta cuyo número no recuerdo estaba Rocío Ramos Paul (la Supernanni) firmando sus libros, en otra caseta justo al lado de la caseta de Éride, se encontraba Almudena Grandes, fue toda una sorpresa verla allí y así, caminando hasta al comienzo llegué a la caseta 27 de UDL en donde tenían los delicados libros de Editorial dÉpoca, no podía venirme sin hacerle alguna fotografía, se nota que los amantes de la lectura de estos libros rescatados del olvido, tienen sus seguidores muy files, pues en los expositores solo había tres.Poco a poco me fui dirigiendo a la salida, con pena y con un cúmulo de sensaciones y emociones, con muchos títulos debajo del brazo dispuestos a ser leídos y con muchos otros, cuyos autores no estuvieron y que no nombraré porque no quiero olvidarme de ninguno, pero que cuentan con los mismos méritos de cualquier otro que estuvo en esta versión, la Feria terminó y estas entregas llegan también a su fin, gracias a todos los escritores que me dedicaron sus libros y sobre todo su tiempo.María Loreto