Después de prácticamente catorce años viviendo en España, específicamente en Madrid, es la primera vez que asisto a dos eventos literarios que han llenado mi alma no tan solo de esos amigos virtuales a los que tanto cariño les tengo, sino que también de una sabiduría nueva pues, al verme rodeada de tanta nueva promesa literaria y tantísimos libros, lo único que se me ocurre decir es que a ratos, me faltaba el aire, resultado, me rendí y salí con muchos libros bajo el brazo. En la fotografía Javier López, José Maroto y yo.
El primer evento tuvo lugar en la librería Legend de Madrid situada en la calle José Antonio Armona 8 a unos 1700 metros de mi segundo destino, la Feria del libro.
En esta fotografía David J Skinner que ha escrito más de tres libros y muchos relatos de diversa temática y Ricardo Muñoz Fajardo.
En Legend se presentaban los escritores de Editorial Mablaz: Julia Zapata Rodrigo, Mari Carmen López, Javer López (Premio Asociación Lectores de Ciencia Ficción, 2013), José Maroto, David J Skinner, Patricia García Roldán (ganadora del Primer Premio Novela de Libros Mablaz) y Ricardo Muñoz Fajardo, escritor y editor quien tiene a su haber más de sesenta libros, entre otras muchas personas que asistieron a esta cita que se dividió en dos días, pero por cuestiones estrictamente de espacio, resumo en uno. Para mí ha sido poner rostro a los avatares de la red social Facebook y más que eso, escuchar voces nuevas, algunas de las cuales había tenido el privilegio de oir un poco antes a través del teléfono.
¿Qué puedo decir de todos estos escritores?, que cada uno en su género destaca y eso hizo, que esa misma diversidad diera origen a conversar sobre variados temas, estábamos en un escenario más distendido que lo permitía. Cada uno de ellos merece una mención especial, pues en el ambiente y entre ellos, ninguno fue más que otro, dicho esto me gustaría destacar la dualidad de Mari Carmen, digo dualidad porque además de presentar un hermoso libro de poemas (me resulta un arte muy difícil, quizá el más complicado de las ramas de la literatura), es también ilustradora, no solo manifiesta su arte a través de sus poemas, sino que también lo plasma a través de unas imágenes hermosas, algunas de las cuales están presente en su libro, así como también en todas las portadas de la editorial. Todos ellos, gente muy cercana, amable y por sobre todo, un grupo de compañeros con los que espero compartir muchos eventos más. En la fotografía Mari Carmen López y yo.
Fue un enorme placer conversar con todos, me llevé un hermoso recuerdo para el camino y para toda la vida, gracias por hacerme sentir parte de esta gran familia. En la fotografía Julia Zapata Rodrigo, David J. Skinner y yo.
Por desgracia la hora apremiaba, entre conversaciones y con el corazón en un puño, nos tuvimos que despedir y salimos (soy muy torpe desplazándome por Madrid, así es que me acompañaron) de Legend con destino a La Feria del Libro, en donde por la hora ya estaría haciendo uso de su tiempo a través de la caseta de Ediciones B, una de las promesas literarias de la nueva ola, María José Moreno, era una cita que esperaba con gran ansiedad pues ya le había conocido en su primera presentación en “La Livreria” aquel día se reunió mucha gente y creo, sin temor a equivocarme que fue maravilloso, visto en el tiempo, ni un artista de renombre logra reunir a tantas personas en un solo lugar (ese día también se presentaba Mayte Esteban, pero de ella hablaré en la segunda entrega de este artículo).
Como decía al principio, “siempre hay una primera vez para todo”, nada más poner los pies en El Retiro, la ansiedad crecía, después de veinte minutos de caminata por las calles de Madrid, justo ese día en vez de un sol de justicia, había un bochorno horroroso, por suerte Lina mi amiga, guía y compañera de muchas e inolvidables aventuras quijotescas, sabía cómo llegar al punto exacto en donde se encontraba la caseta 222 de Ediciones B.
¿Qué fue lo que vi?, una cara que deslumbraba felicidad, esta mujer tiene la
particularidad de verse bien lleve lo que lleve, se vista cómo se vista. Su sonrisa lo decía todo, no hizo falta preguntar nada, se