Alice Kellen
Editorial Titania
352 páginas
#prenda179
•De la autora New Adult más leída en nuestro país.
•Alice Kellen nos sorprende de nuevo con una gran historia de segundas oportunidades y destinos que se cruzan.
•Un romance que fundirá hasta el corazón más helado.
Un chico con el corazón de hielo.
Una chica que huye de sí misma.
Dos destinos que se cruzan.
Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás.
Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad.
La nieve empieza a derretirse.
Y todo encaja.
Que vaya por delante que adoro a esta mujer. Cuánto más leo de ella, más fan incondicional me declaro de sus historias, de su forma de escribir, de la sencillez que transmite. Su estilo me tiene enamorada. Esta lectura conjunta está organizada por Oasis Literario, club al que pertenezco y del que ya os he hablado repetidas veces, pero vamos que... si la hubiera propuesto un blog de mascotas bajo condición de tener una, me hubiera adoptado un perro sin lugar a dudas.
Hacía demasiado tiempo que deseaba conocer qué ocurrió el día que dejó de nevar en Alaska y, ahora, a las puertas del verano, hallé por fin el momento.
Pero... en realidad... estoy faltando a la verdad, lo confieso, porque no fue eso lo ocurrió el día que dejó de nevar en Alaska sino mucho antes, cuando nuestros personajes sentían la vida como un invierno eterno. Para saber lo que verdaderamente sucedió el día que dejó de nevar, tenéis que adentraros en esta historia.
Alice Kellen va intercalando capítulos en los que se nos irán desvelando partes de un diario personal cuyo autor desconocemos, con otros en los que la historia de Heather y Nilak se va entretejiendo. Es fácil intuir, eso sí, que el diario se corresponde con un hilo temporal en el pasado mientras que nuestros chicos representan el presente. Poco a poco, las piezas irán encajando hasta formar un puzle precioso.
En esta novela me ha pasado un poco como con el relato Sigue lloviendo, de la misma autora, del que os hablé aquí en el blog hace semanas. Las ganas de descubrir qué es lo que estaba ocurriendo me hicieron avanzar sin descanso, y llegar al porqué de muchas cosas supuso un hallazgo maravilloso y muy emotivo.
Heather, una mujer fuerte (aunque ella no lo crea) con un montón de complejos y muy baja autoestima. La perfecta imperfecta con la que es inevitable simpatizar y con la que puede que, ocasionalmente, una se sienta identificada. Su perfecta imperfección aporta sal a esta historia. Su impulsividad, sus dudas, su humanidad, su fragilidad, su torpeza, su determinación...
Nilak, algo le ha ocurrido que lo ha convertido en la persona más insesible y maleducada del estado de Alaska. Un personaje que, aunque poco a poco, evoluciona muchísimo. Un chico al que es fácil odiar en las primeras páginas (bueno... venga... tal vez en la primera mitad del libro) pero que a mí, defensora de causas perdidas, me gustó desde el primer momento porque sabía que todo tenía que tener una justificación. Esa justificación, me estrujó el corazón.
A pesar tratarse de una historia new-adult y yo estar ya bastante lejos del new, he logrado disfrutarla gracias a lo que ya os he comentado repetidas veces en esta y otras reseñas de la autora: el estilo de Alice, sus personajes (tanto principales como secundarios), su facilidad para hacer de lo sencillo algo extraordinario... me mantienen engachada en cuerpo y mente a lo que tiene que contarme.