Desde el primer día de vida es bueno hablarle pensando que te entiende, ¿por qué? porque… ¿en qué momento empieza a entenderlo todo? ¿alguien lo sabe? nadie lo puede decir con certeza. Por eso creo que es mejor pensar que nos entiende ya todo todo.
Es bueno que le busques la mirada y aprovechar para decirle lo que le estamos haciendo o vamos a hacer con él para que no le pille desprevenido y así le adelantamos todo. Tu hijo/a se sentirá tenido en cuenta, que se le avisa y se le alerta de lo que ocurre o va a ocurrir, esto es siempre de agradecer, si no pensad en vosotros como adultos.
Entonces llegará un momento en que cuando le digas por ejemplo: “te voy a bañar” tu pequeño te sonría o por el contrario puede que al decirle “te dejo en el carrito” te ponga mala cara antes de recostarlo en él, cosa que te dará pistas de sus gustos desde pequeñito, te lo aseguro, es así de fácil.
Al estar siempre hablándole, tu bebé adquirirá más rápidamente el lenguaje. Al principio no te responderá con palabras pero sí que lo irá haciendo con gestos y muecas, que es mucho, la verdad. Más tarde empezará a responderte con soniditos y es bueno escucharle y ponerle nombre a su ruidito. Al final hablará más o menos entendiblemente y es mejor no caer en la risa cuando empiece a decir palabras…podría cortarse y dejar de hablar, es mejor alegrarnos sin mucho aspaviento y potenciar la palabra que haya querido decir sin decir: ” nooo así no, abbba nooo aaguaa”.
Algunos pasos a recordar:
- Busca su mirada o aprovecha cuando te mire
- Piensa que te entiende todo
- Avísale antes lo que le vas a hacer
- Dile lo que estás haciendo y también va bien decir el por qué
- Estate atento a sus gestos, te dirán mucho
- Ponle nombre al ruidito-palabra que diga tu bebé
- No te rías de sus primeras palabras, alégrate con él
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