El doblaje, mucho más que para series y películas

Publicado el 27 febrero 2019 por Premiere Actors @PremiereActors

Cuando pensamos en la palabra “doblaje”, inevitablemente nos viene a la cabeza la imagen de un actor ante el micrófono doblando una película o una serie de televisión.

Aunque estos tipos de contenido sean probablemente los más comunes en los que trabajará el doblador, este profesional debe estar preparado para mucho más.

Cada producto requiere distintas técnicas, así que veamos qué tipos de doblaje existen y qué diferencias podemos encontrar al trabajar con un producto o con otro:

Series y películas

Es nuestra intención empezar comentando el trabajo quizá más común, el de series y películas, para que después puedas ir entendiendo las diferencias con otros tipos de productos.

El proceso, bastante resumido, suele ser el siguiente:

El actor recibe el guion con sus intervenciones divididas en pequeños fragmentos de trabajo (takes). Poco después, el técnico pasa cada toma con el sonido original varias veces: una para tomar referencias y una o dos para practicar. A continuación, se graba.

La sincronización ha de ser perfecta. Si el director de doblaje da el take por bueno, se pasa a la siguiente. De lo contrario, se vuelve a grabar.

Una de las características de este tipo de doblaje es que los actores deben adaptarse tanto al personaje que ven en pantalla, a través de su interpretación, como al actor original.

Si, al actor original, porque cada intérprete tiene un ritmo, unos gestos y unas “manías” diferentes, o suelen hacer las pausas de una determinada manera. Y todas esas particularidades suelen ser comunes para cada uno de los personajes a los que interpreta el actor original.

Por ejemplo, doblar a Will Smith, haga el personaje que haga (aunque tenga personajes de lo más diversos), no tiene nada que ver con doblar a Nicholas Cage. Ambos tienen un estilo muy diferente, y el actor de doblaje debe saber adaptarse.

Dibujos animados

Se trate de anime o de productos infantiles, los dibujos animados también son series o películas, de modo que el proceso de doblaje es el mismo que ya hemos comentado. Sin embargo, lo hemos querido separar, porque requiere de algunas habilidades muy específicas:

  • En primer lugar, se utilizan muchos más registros de voz. Ten en cuenta que aquí la expresividad se muestra mucho más con la voz que con los movimientos que hace el personaje animado, ya que son muy limitados.
  • Un mismo actor suele hacer varios personajes con distintas voces a lo largo de la producción.
  • La imitación suele ser lo más fiel posible a la obra original, aunque muchas veces se aportan ideas nuevas o se matizan.

Si la producción animada es española, entonces no hablaríamos de doblaje propiamente dicho, porque el proceso sería a la inversa:

El actor español interpreta el personaje sobre el guion, un poco a ciegas o con algunas animáticas de referencia, y luego es tarea de los animadores incorporar esos diálogos y expresiones, de manera sincronizada, a los movimientos de los personajes. Si la producción tiene trayectoria internacional, se traducirá a otros idiomas y serán los demás son los que tendrán que doblarla.

Documentales

Doblar documentales también suele ser algo común en los estudios, aunque intervienen en ellos un menor número de intérpretes.

Conviene decir que hay varios tipos de documentales, ambos bastante diferentes a la hora de trabajar en su doblaje:

Algunos documentales solo consisten en narrar lo que el espectador va viendo en la imagen. Es el caso de los documentales de naturaleza, por ejemplo. En este género es donde se nota más la habilidad lectora del doblador a primera vista, puesto que, aunque el texto también se divida en takes, se suele leer todo un párrafo del tirón.

Como aquí no hay personajes con los que sincronizar el texto en boca, los fragmentos van acompañados de unos códigos de tiempo para que el actor sepa en qué plano o qué momento preciso empezar y cuándo acabar. Un doblador experimentado hará sobre la marcha el cálculo aproximado de los segundos que tiene para grabar algo con respecto a la longitud de su texto y se adaptará a ello. ¡Ser capaz de poner voz a la vez que se hacen estos cálculos mentales es una habilidad que requiere mucha práctica!

También son comunes los docurealities, en sus miles de formas. En ellos vemos a personas exponiendo sus opiniones, hablando, dando una conferencia… Por ejemplo, un documental en el que una persona nos cuenta sus experiencias gastronómicas por el mundo, u otro que trata sobre la vida de un artista. Aquí normalmente se dejan los comentarios originales por debajo y se dobla por encima, de forma que se oyen ambas voces a la vez, aunque nunca de manera sincrónica. Normalmente, se deja que el personaje comience la frase y se oigan algunas palabras originales, y luego continúa el actor. Es como si el actor hiciese el papel de un traductor simultáneo.

Como hemos comentado, en los documentales no suele haber ensayos, sino que se suele grabar del tirón, hasta que el actor se equivoca o se produce algún otro fallo por parte del técnico.

Una complicación muy habitual de los documentales son los nombres “raros”. El actor muchas veces tiene que decir el nombre de una persona o de una ciudad y se lo encuentra sobre la marcha. En los documentales no hay director de doblaje: en la sala no cuenta más que con el técnico de sonido. Por eso, lo más normal es que se pase en un momento el video original y lo intente pronunciar igual, pero esto a veces puede dar problemas, porque en español puede decirse de manera diferente.

Una llamada rápida al departamento de producción o traducción, o una consulta a algún compañero que haya por el estudio y controle del tema del documental en cuestión, suele aclarar la situación. De ese modo, el actor se asegura que no le vuelvan a llamar otro día y se tenga que desplazar para hacer un pickup de una frase o dos en el estudio, con la consiguiente pérdida de tiempo.

Respecto al tono de voz, este es muy evolutivo y se orienta en todo momento a que el espectador permanezca expectante ante lo que está sucediendo en la imagen. Por tanto, la voz debe ser agradable y el ritmo de los silencios ha de cuidarse especialmente para que no se haga monótono.

Videojuegos

Existen muchos tipos de videojuegos. No es lo mismo poner voz a una pequeña app para el móvil que para un juego de rol o aventuras de la videoconsola, en el que la historia cobra un papel principal y contiene muchísimas horas de juego más, de modo que sería muy injusto meter a todos los productos en el mismo saco, porque no se doblan igual.

Pero sí te podemos comentar algunas características que suelen tener en común este tipo de producciones:

  • Las voces de los videojuegos suelen asimilarse a la ficción de cine y TV.
  • En los videojuegos se dobla mucho más a ciegas que en cualquier otra producción: a veces el actor cuenta con audios de referencia y otras veces no, o los diálogos necesitan una duración determinada respecto al original, o no… El actor debe adaptarse al proceso de doblaje que le indiquen, porque no siempre está estandarizado.
  • A veces, un videojuego puede llegar a ser más largo que cualquier película, llegando a necesitar semanas o incluso meses para completar la grabación de sus voces. Ten en cuenta que el guion no es siempre lineal: suele haber varias versiones, que van saltando según el jugador hace alguna acción determinada u otra. Las sesiones de grabación en estos casos pueden llegar a ser de 8 horas en las que el actor debe cuidar mucho su voz para mantenerla siempre igual de bien y, sobre todo, tener la misma energía y concentración desde el minuto 1 a cuando se va. ¡Algo verdaderamente digno de admirar!

Locuciones para todos los gustos

En toda estación de metro, centro comercial o aeropuerto, por poner algunos ejemplos, hay locuciones.

Existen millones de aplicaciones, muñecos y juguetes que hablan, cuentos infantiles, audiolibros, audioguías turísticas… una infinidad de productos que todos utilizamos, cuya lista sería interminable.

Incluso cuando te salta la operadora de telefonía diciendo que el número de tu amigo no se encuentra disponible, ha habido detrás el trabajo de un actor o locutor.

Las empresas a menudo necesitan videos corporativos, tanto a nivel interno como para anunciarse al público. Por no hablar de los spots publicitarios de TV o las cuñas de la radio. Del e-learning tampoco nos podemos olvidar…

Como puedes ver, existe un sinfín de posibilidades a la hora de poner voz a diferentes productos. Por ello, el actor debe formarse bien. No vale solo con apuntarse a un curso de unas cuantas horitas o hacer un taller de varias semanas, sino llevar muchas horas de práctica a sus espaldas y haber probado de todo, porque cuanto más preparado esté y más experiencia tenga, mejor se podrá adaptar al producto que se le ponga por delante.

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