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El drama de Kubica y el fin de una carrera

Publicado el 13 febrero 2011 por Martinherzog
El drama de Kubica y el fin de una carrera¿Se han dado cuenta de que las enfermedades y los sucesos que afectan a los ricos son mucho más terribles que las del resto de los mortales? No, no es por la gravedad propiamente dicha, sino por la repercusión mediática del acontecimiento en sí con el nabab de turno.
Ya sé que muchos me califican a veces de desagradable, grosero, de poco tacto, de estar sobreactuado… muchas lindezas que sin duda me las he ganado a pulso, ya que el lector es sabio, hasta que deja de serlo. Y hoy me meteré en el mismo berenjenal del que no salgo desde que decidí meterme a esto de escribir mis pensamientos.
El accidente de Kubica fue un suceso que ponía los pelos de punta, donde el polaco y su copiloto tuvieron muy mala suerte de atrancarse con ese trozo de guardarraíl, y también tuvieron toda la suerte del mundo de salir con vida del incidente, un milagro. Punto pelota, hasta ahí. Desde que sucedió, la gente se ha interesado muchísimo por la salud del polaco, llegando incluso hasta la obsesión de recargar y recargar páginas web para detectar cualquier cambio en el estado del piloto de F1. El mundo está lleno de buenas personas.
Y yo pregunto ¿y si el fulano en cuestión se llamase Sergio Pérez o Karun Chandhok? ¿Seguirían de igual
forma que con Kubica las evoluciones del enfermo? Seguro que no.
Ahora veo que en los coches de la F1 (en las pruebas de Jerez) los equipos han puesto mensajes de apoyo al piloto polaco, en un ejercicio de venta de buenos sentimientos digno de alabanza. Pero como soy muy mal pensado, creo que toda esta parafernalia obedece a la repercusión mediática que dichos letreros están teniendo en todo el mundo, y también a un sentimiento de “decencia comparativa”, porque aunque a la mayoría de los equipos les importe un carajo qué le sucederá a Kubica, se ven obligados de alguna forma a poner el cartelito en sus coches para no se piense que la deshumanización ha inundado los corazones. Más falsos que los dólares de madera.
Y sigo ¿alguien me puede explicar por qué un piloto de Formula 1 que cobra una millonada estaba jugando a ser piloto de rally? ¿Qué opinan a día de hoy los patrocinadores personales del piloto? Me parece una estupidez permitir a los pilotos que hagan los que les venga en gana en su vida privada, pues lo que hacen les puede repercutir de forma muy negativa en su desempeño profesional. El accidente de Kubica ha sido una muñonada por parte del equipo Renault y por parte del propio piloto, pues ha quedado claro que no se debería practicar ninguna actividad que suponga una merma en la actividad principal del piloto. “Robert, que ganas mucho dinero y eres casi insustituible, pero si se encuentra un sustituto mejor…
Y ahora al meollo de la cuestión, que veo que nadie afronta. Lo que percibo de este tipo de accidentes desafortunados es que le pueden costar la vida deportiva al que los sufre. ¿Será que Robert Kubica jamás volverá a estar en el nivel automovilístico que estuvo? Lo primero que hay que decir es que dicho nivel se ha engrandecido, creo que artificialmente, dado el escaso nivel de la mayoría de la parrilla. Sí, Kubica es un piloto rápido, peleón, brillante a veces, inconsistente la mayoría de ocasiones en las que se requería algo más, ese algo que tienen pilotos como Fernando Alonso, Jimmie Johnson o Michael Schumacher. Pues aunque nos duela (y con sinceridad, me duele) habrá que plantearse que la recuperación funcional completa de Kubica pueda prolongarse en el tiempo algo más de lo que todos querríamos, obligándole a permanecer más tiempo en el dique seco. Podría ser que el tiro que parece ser el Renault de este año, podría no serlo tanto, y los pilotos que se suban en 2011 en el coche negro (porque ya no sé si es francés, inglés, suizo o eritreo) pasen sin pena ni gloria por los circuitos. Podría ser también que el sustituto de Kubica haga una temporada magnífica y a Renault no le sea rentable contratar para 2012 a dos cracks en su team, obligando al polaco a emigrar a algún equipo tipo Sauber o Force India. Una condena al gris.
Pero hay dos aspectos que me interesaría resaltar. Uno, que la recuperación de Kubica jamás sea completa, quedándole alguna tara con la que cargar el resto de su vida. Y el otro aspecto es que el miedo, o dicho de otra forma, el “respeto prudente” se meta en la cabeza del piloto, al igual que se le mete en la sesera a muchos pilotos en el momento en que son padres, un miedo residual, ínfimo, que no se nota hasta que hay que tomar la decisión de ser el mejor, dejándole siempre, obstinadamente, en un segundo plano, en una existencia personal plena, pero infeliz en lo deportivo.
Kúbica es uno de los pilotos que más me gusta ver en la pista, pues tenía desparpajo y valor. Espero que tenga una pronta y satisfactoria recuperación, y una muy buena suerte en su reinserción laboral, que seguro le hará falta.

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