Es curioso, no había leido nunca nada producido por literatos japoneses y este es mi segundo libro en lo que va del año.
Al elegir este libro estaba en la búsqueda de esos libros de Chick lit que tanto me empeño en que me gusten, sin embargo al terminar la primera página me dí cuenta de que no era exactamente lo que estaba buscando, y lo que era me tenía realmente intrigada.
Yoko Ogawa, es una excelente narradora y un maravilloso ejemplo de economía en la narración, todo lo que dice es importante, no hay paja en este libro de 60 páginas.
La narradora nos cuenta a manera de diario el embarazo de su hermana y la frialdad con la que nos invita a su mundo es todo menos acogedora, la manera en que este ser es recibido no es la que nos esperaríamos, la autora nos regala un mundo distante y claustrofóbico que nos hace preguntarnos ¿Qué demonios está pasando aquí?
Entre ella y yo quedaba la débil sombra del bebé envuelta en la oscuridad de la noche
Con esta novela, Yoko Ogawa, ganó en 1988 el premio Akutagawa (uno de los más prestigiosos de Japón) y actualmente es considerada autora de culto en Alemania y Japón.