Leer las revistas dominicales es un poco como revisitar La Zona, esa película mexicana que tan bien refleja las brutales desigualdades en las urbes latinoamericanas donde la pobreza extrema circunda esas urbanizaciones de lujo cerradas a cal y canto. Lees estas revistas y, siguiendo con el símil, tan pronto estás bañándote en tu piscina climatizada con olas que imitan al mar como subiendo las interminables escaleras de una favela polvorienta donde los niños desnudos escarban en la basura.
Me explico: tomemos como ejemplo el último número de la revista más leída los domingos. Nos encontramos con un interesante reportaje que dice que, dentro de diez años, 1.400 millones de personas vivirán en chabolas. Le sigue un escalofriante artículo sobre una ciudad colombiana donde la prostitución está tan extendida que la sufren hasta las niñas de seis años.
Cuando el lector acaba de leer este reportaje, los ojos humedecidos ante el relato de semejante espanto, se encuentra con un especial de varias páginas de una lujosa firma de muebles que anuncia sus sofás de 3.000 euros para arriba en varias casas de ensueño.
Así cómo nos vamos a extrañar de que el periodismo tradicional se desplome. El modelo de negocio en que se basa es un absurdo.
Ante esta tesitura, es reconfortante encontrarse con ideas como la del dibujante Chris Ware y su propuesta de portada para la edición de las 500 empresas más poderosas de EEUU de la revista Fortune. Ware se salió por peteneras y dejó al emperador en pelotas con una portada que es una crítica feroz a las fuerzas del mal:
(pincha dos veces en la imagen para verla ampliada)
Si te fijas en los detalles, verás que hay de todo. Los rascacielos que dibujan el número 500 aplastan una ciudad en ruinas. Sobre ellos, codiciosos ejecutivos bailan mientras extraen billetes de la Reserva Federal (FED) con helicópteros. Tenemos desahucios y viviendas hundidas, hectáreas de activos tóxicos, préstamos en efectivo con el cartel de "cerrado", la industria automovilística de Detroit en quiebra...
…El Tesoro de EEUU bien dispuesto a rescatar a los banqueros de Wall Street con el dinero del contribuyente:
Fortune sustituyó la portada anticapitalista por otra inspirada en lingotes de oro, un diseño que da la exclusividad y el glamour que busca la publicación. Pero los lingotes no impiden que la portada subversiva dé la vuelta al mundo.
Al menos por internet.