El espejo

De ese encuentro ancestral, cuya fusión ovogénesis y espermatogenesis, ya se inicia y se da forma a lo que seré.  Tendré un sendero largo de evolución inmanejado por mí; solo seré lo que la madre naturaleza juegue.  Aquello que susurro y cuyos códigos nadie descifró.  Seré tan distinto a aquellos que donaron el ovulo y espermio; seré un desconocido para ellos; quizás sea más potente la variación con sus principios y causas que gobiernan las diferencias, aquellas que harán que no me vea en esos dadores de mi pequeñez creciente que hará que me convierta en hombre en Ser.
Veré el torrente sanguíneo fluir como un río que con su fuerza arrastra la información y lo básico de mi sobrevivencia.  Será el oxigeno el que estará en cada acto de mi formación, transformación.  El que luego fluirá por la arboleda bronquial; el que recorra los pelos de mi nariz meciéndoles cual brisa suave estremece al sauce.  Con rebeldía se filtrara por mi garganta y recorrerá todo el aparataje de respiración que como máquina ha de funcionar…flu, flu, flu.  Hasta mis oídos pueden escuchar el silbido continuo que da vida a esta estructura que se ha formado. He sido expulsado de la cuenca acuosa que me mantuvo cautivo por meses.  Lo que paso ya fue y lo que importa es que aquí estoy.  Formando parte de otros miles como yo que también fueron lanzados y están aquí; mirándose unos a otros como si fuéramos espejos unos de otros.  En el fondo no sé quién soy porque solo puedo ver a ese otro que anda por ahí.
Caminantes que pululan a lo ancho y a lo alto de este planeta que nos sostiene.  ¿Con quién se mirara él?  ¿Qué otro su espejo es?  ¡Que importa!  Si yo solo puedo verme en el otro.  Lo que veo desconozco y solo así sé que no me conozco.  Lo que veo me asusta como aquel animal que esta quedando solo porque ha sido depredada su especie.
Lo que veo me angustia el no admitir que el otro que tiene color amarillo, rojo, canela, negro, o blancuzco son todos parientes provenientes del mismos gestor.  Esta indolencia abismal me corroe en angustia, no me deja ser.  Lo que veo me oprime; cuando lo natural es dar y el dar no lo esta y en cambio esta el obtener, conseguir, adquirir, mercadear, transportar, aumentar, progresar, multiplicar, globalizar.  ¿Y el dar? Se quedo tan solo, tan débil, triste y enjuto que ya no aparece, ya no lo vemos. Yo no lo veo…me siento extraño; aquí en esta aldea global; que los errores repite, vende, colecciona, expone, expende y hace gira internacional.
¿Y sí me arranco los ojos, así no veré más?  los caminantes enceguecidos que van de ciudad en ciudad comprando las palabras, las mentiras, la inocencia, la pureza, la verdad, la dignidad de persona, el derecho de vivir, el derecho a saber, el derecho a dejar la pobreza aturdidora que consume sin piedad.
Teniendo cada cual su propio espejo donde poder mirar y reconocer como un hombre sobre natural.  Gestado por el diseñador universal;  ¡este hombre! Puede llegar a descubrir lo que a los ojos no ve; y así construirse  y reconstruirse hasta llegar a obtener ese poquito de luz que nuestro Señor nos dejo.  Posiblemente si no veo, al fin podré ver y ser…el dar.