El examen más difícil

Los alumnos recibieron al profesor en un silencio salpicado de cuchicheos. Hoy iban a recibir las directrices para la nueva evaluación, la que había amenazado con ser la más difícil de la año.

Era un profesor nuevo, que entraba vestido de chaqueta formal y sombrero trilby, llegado a la docencia ese mismo curso ya con canas —un antiguo pintor metido a dar Historia y nadie sabía por dónde iba a salir—. Quizás el próximo curso pudieran alertar a la siguiente cohorte de edad quién les esperaba. Hoy eran todo nervios.

—Buenos Días.

—Buenos Días.

…silencio… el profesor borra completamente la pizarra y escribe en lo alto la palabra “Examen”, —Estas son las directrices del examen. —El profesor señala a la pizarra.

Cuchicheos, rumores de protestas, un “¿está loco?” se escapa a una chica que inmediatamente se amordaza la boca con su propia mano. Silencio, por fin una pregunta.

—Señor, no hay nada.

—Exacto.

—¿Es qué va a ser un examen sorpresa?

—En absoluto. Es como lo ven ahora. Esto es lo que quiero que hagan para el examen. Durante esta evaluación pretendo que me atiendan en clase y que estudien; eso, supongo, no debería sorprenderles. […pausa…] El examen tampoco les sorprenderá, será una página en blanco, o cien. En ese examen les voy a dar la misma libertad y responsabilidad de la vida real. Allá afuera hay más de una manera de triunfar, de hacer las cosas bien, entre antes se acostumbren mejor será para todos. Sé que este examen será el más difícil al que se hayan enfrentado; también lo será para mí de corregir, pero como dirían los franceses y nunca en ocasión más apropiada,

así es la vida.

Fotomanipulación mía usando imágenes de Pareeerica y La Versiera

Número de artículos diarios consecutivos: 22