Así, harto de que piratearan con total impunidad mi mengua obra, decidí hacer un experimento que consistía en poner mis libros a disposición de los lectores al precio que ellos quisieran pagar.
Mis dos novelas, El péndulo de Dios y La virgen del Sol, independientemente de la calidad literaria de las mismas, tienen un volumen de casi cuatrocientas páginas, tardé cerca de dos años en escribir cada una de ellas y me ha costado, entre las correcciones y traducciones, un buen dinero que he empleado con alegría en intentar sacar al mercado el mejor producto posible.
El experimento que comentaba lo he realizado a través de la plataforma Smashwords, y consistía, como he dicho, en poner mis obras al precio que cada lector quisiera pagar por ellas, desde descargarlas gratis hasta pagar la astronómica cifra de 5 dólares (3,5 Euros), y el resultado ha sido, por desgracia, el que me esperaba.
Tras una semana completa al público, y sin hacer más mención que un comentario en mi muro de Facebook, se han producido 203 descargas de las cuales sólo seis personas han considerado que valía la pena pagar 1 dolar, algo menos de un euro, por novela.
Es decir, apenas un 3% de los lectores han creído justo que el autor recibiera algo por su esfuerzo.
Por desgracia esto es lo que me esperaba. Creo que hemos entrado en una fase de creencia colectiva de que todo lo que nos dé la gana obtener ha de ser gratis, sin importar el esfuerzo que haya, o no, tras lo que queremos, ¡para algo está Internet! Me entristece profundamente el resultado del experimento, tanto que estoy pensando seriamente en retirar todas mis novelas de la venta y dejar tan solo aquellas que se vendan en papel o por el método tradicional autor-editor-librero-lector.
Sé que esto le importa muy poco a nadie, si escribo o no, si cuelgo o no cuelgo lo que quiera, pero quizá valdría la pena reflexionar un poco sobre qué acabaremos teniendo si no pagamos por ello. Basta ver los periódicos, antes independientes (o menos dependientes), como se han vendido al capital, a los grupos de opinión que los pagan convirtiéndolos en voceros de sus ideales en lugar de cronistas y analistas de la actualidad. Series de televisión, películas, por no hablar de la música, y toda la lista que ha pasado a engrosar la categoría de "eso lo bajo gratis".
Dejo la captura de la pantalla con los resultados de la primera semana de experimento. Por cierto, los precios que aparecen los calcula Smashwords y los pone como sugeridos, pero el lector puede poner, como han puesto 197 personas, la cantidad de 0 y bajarse la obra completa.