Regresaron a sus casas, confiadas, pero aquella noche tampoco pudieron dormir. Persistieron los jadeos, ahora prolongados y ululantes.
Revista Talentos
Él lloraba arrodillado junto al féretro. Ellas quedaron a las nueve en el portal y caminaron arracimadas, en silencio hasta el cementerio. Todas participaron en la colecta para la corona, "Descanso eterno".
Regresaron a sus casas, confiadas, pero aquella noche tampoco pudieron dormir. Persistieron los jadeos, ahora prolongados y ululantes.
Regresaron a sus casas, confiadas, pero aquella noche tampoco pudieron dormir. Persistieron los jadeos, ahora prolongados y ululantes.