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El Faraón guerrero: Tutmosis III

Publicado el 12 diciembre 2012 por Que_historia
Líder militar y gran estratega, el Alejandro Magno del mundo antiguo, Tutmosis III, que empleó un nuevo desarrollo tecnológico armamentístico y un ejército fiel y permanente, consiguió reducir a las fuerzas invasoras de Egipto, estableciendo alianzas de forma astuta,  así como expandir el imperio asegurando sus límites durante siglos.
El Faraón guerrero: Tutmosis III
A lo largo de la historia, la Civilización en el Antiguo Egipto ha dado grandes personajes con diversas formas de gobierno y cuando menos peculiares caracteres que desembocaron en grandes campañas en cuanto a progreso y expansión.
Uno de los grandes artífices de la vanguardista progresión del imperio fue Menjeperra Dyehutimose, que gobernó bajo el nombre de Tutmosis III
Fue el sexto faraón de la XVIII Dinastía de Egipto. Descendiente directo de Tutmosis II y de su concubina Isis, que ni siquiera ostentaba el título de esposa secundaria, por lo que las posibilidades del príncipe de llegar a rey habrían sido nulas de no haber muerto su padre sin descendencia masculina de la gran reina Hatshesut
La tradición real durante la Dinastía XVIII  estipulaba que la sucesión sería únicamente ostentada por genero varón. Dicho príncipe debía ser fruto de la relación del Faraón gobernante y de su Real Esposa, quién regentaba el cargo de formadora de herederos y sucesora de la mítica reina Amose Nefertari.
Tutmosis fue nombrado rey, pero era demasiado joven para asumir el gobierno del estado. Por ello, la reina viuda Hatshepsut (quien era descendiente de reyes por ambas partes) se encargó de la regencia, alejando definitivamente al visir Ineni, el influyente cortesano que quizás estuvo detrás del encumbramiento de Tutmosis II y Tutmosis III en detrimento de la reina.
No se conformó solo con ser regente sino que en el segundo año de reinado de Tutmosis III se autoproclamó faraón de Egipto bajo el nombre de Matara Hatshepsut, representada al principio en esfinges y escritura con protuberancias así como  rasgos femeninos para más tarde ,ser simbolizada bajo órdenes de la tradición egipcia, con rasgos masculinos.
A la muerte de Hatshepsut, Tutmosis III fue por fin rey único de Egipto, sin ninguna atadura. Podría pensarse que fue él quien liberó su cólera sobre la figura de la difunta reina, aniquilando su memoria y usurpando sus numerosos monumentos. Pero esta primera teoría está siendo rebatida por los egiptólogos.
Aportan un nuevo responsable a la destrucción de su memoria. El gabinete de Osiris, dios que parece no haber sido suficientemente homenajeado en el reinado de Hatshepsut. En su templo de Dehir  El - Bahari, la reina se hizo esculpir bajo la apariencia de Osiris, añadiendo en sus símbolos jeroglíficos con caracteres solares, los cuales pudieron ofender a los sacerdotes de Osiris.
Bajo estas hipótesis, fueron estos mismos sacerdotes de Osiris quienes desencadenaron el  olvido de la memoria de la reina, unos 20  años después de su muerte. El hecho de esperar este tiempo puede deberse a que tenía que acabar el reinado de Tutmosis III y producirse la muerte de Senenmut quienes, de lo contrario, no lo hubiesen permitido. Otro dato que se apoya en esta teoría es que el templo funerario de Tutmosis III fue encontrado sobre una parte del de Hatshepsut, una decisión singular para alguien que quería distanciarse de todo lo que representaba su tía-madrastra.
Una investigación acerca de este extraño acaecimiento es que mientras la reina gobernaba Egipto , el faraón Tutmosis III prefería la vida militar y expandir las fronteras del país más allá de lo que lo hizo su abuelo Tutmosis I, ajeno a la vida de palacio.
La defensa del Imperio

Allá por el siglo XV a.C., Egipto era una de las sociedades más estables y prosperas del mundo. Por otro lado, su situación geográfica hacia que el Nilo abasteciera sus campos y resguardara sus tierras de posibles ataques enemigos.
Tutmosis III crece en un mundo que no conoce el hambre ni la guerra pero al gobernar su tía regente Hatshepsut, siendo muy niño es formado por los mejores maestros para en un futuro gobernar el imperio. Aprende astronomía, matemáticas, religión, medicina.es instruido sobre las campañas de Egipto pero es advertido de la mayor amenaza del país: la dominación extranjera. 2 siglos antes de Tutmosis, una horda extranjera ocupó la parte más septentrional del imperio; Los Hiksos, que dividieron el imperio en dos fracciones rivales; El Alto Egipto y El Bajo Egipto. Defendido durante siglos por sus fronteras naturales, marismas del Nilo al norte y desierto al sur. Totalmente infranqueable…o eso parecía.
Akenhen Raatah, faraón durante la invasión de Los Hyksios pagó con su vida el conservadurismo egipcio a pesar de hacerles frente bajo último recurso. Fue el rey Agmosis I quien derroto a las tropas Hyksias y unificó los dos imperios, reforzándolas defensas en las fronteras y reforzando el ejército para convertirse en la primera potencia militar del Mundo Mediterráneo.
Ya a la edad de 22 años, Tutmosis se traslada a Nubia, antiguo adversario egipcio donde en pos de capturar los puestos avanzados y reforzar las fortalezas del imperio a orillas del lago Naser, demuestra su destreza militar al atacar a los nubios.
Tutmosis incrementa un nuevo ejército transformando con soldados Nubios y revolucionando armamento militar nunca visto hasta entonces: las fabricas de fundición, entre las cuales rediseña el carro de combate Hyksio mejorándolo incluso hasta el punto de poder desarmarlo y desplegarlo según la ocasión.
A la muerte de Hatshepsut, se proclama Faraón de Egipto por legítimo derecho. Tutmosis organiza una gran campaña en las afueras del imperio: cruza el desierto que tantas veces guarneció a Egipto de ejércitos invasores.
El joven rey vence a las fuerzas aliadas con ataque sorpresa escalando y no bordeando las montañas del Sinaí a las unión de Hykisos y Mittanis en la ciudad de Meggido conquistando finalmente sus tierras y apresando miles de esclavos.

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