Hoy, al llegar a la casa luego del trabajo, noto a mis hijos un poco ansiosos. Estaban cuchicheando y en sus rostros pude captar algo de miedo. Algo sucede aquí. Fue lo que pensé. Así que hay que averiguar.
─ ¿Qué les pasa chicos?─ pregunté.
La Chiqui, que es la más vocal de los dos, me dijo:
─Papi, ¿es verdad que el mundo se acaba mañana?─
Ahhh, conque eso es lo que sucede. Pensé.
─Bueno, la realidad es que el fin del mundo es todos los días.─ les dije.
─ ¿Cómo?─ preguntaron.
─ Pues cuando una persona muere, ese es el fin del mundo para esa persona. Como ustedes no saben cuando se van a morir, pues todavía no es el fin del mundo. ─
─Sí Papi, pero ¿porqué la gente está diciendo que mañana es el fin del mundo para todos?. Que todos nos vamos a morir.─
─Eso no es así. Nadie, absolutamente nadie sabe la fecha del fin del mundo. Chicos, los que piensan así son personas con “sequía espiritual”. ¿Qué les parece si buscamos en la Biblia?
Fui a mi habitación y busqué la Biblia en Mateos 24, 36. Y esto es lo que dice:
“Por lo que se refiere a ese día y cuando vendrá, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles de Dios, ni aún el Hijo, sino solamente el Padre.”
La Chiqui leyendo de la Biblia
©2012-Carlos Torres
─Bueno chicos, ahí lo tienen. Nadie sabe el día ni la hora. Los que piensan que mañana es el fin del mundo le creen más al Hombre que a Dios. Yo le creo más a Dios, ¿y ustedes?