Nos encontramos con Larry Price, un fotoperiodista que ha ganado en dos ocasiones el Premio Pulitzer y que se ha pronunciado sobre la calidad periodística. Se ve que su opinión no ha gustado y le ha costado su puesto de trabajo. No directamente, ya que no ha sido despedido.
Price ha sido durante director de fotografía del Dayton Daily News, y de repente, dejó su trabajo. Curiosamente tres días antes al fotógrafo le pidieron despedir a la mitad de los fotógrafos del periódico, algo que no quiso hacer.
Lleva 35 años como reportero gráfico y según sus palabras:
He visto que esto sucede año tras año en los periódicos. He tenido muchos, muchos amigos que han sido afectados, muchos de los periodistas estelares. Estas personas son mi grupo. Ellos son mis amigos. Son mis colegas. Les he pedido tanto de ellos en los cuatro años que he estado aquí. Y cada vez, se han intensificado en la entrega. No era una decisión que podría hacer con la conciencia tranquila.
Por lo visto, en esos cuatro años Price ha visto cómo cambiaban las cosas en el departamento fotográfico. Hace dos años, el periódico animaba a Price y su equipo a abrir galerías online, y a pesar del poco tiempo que tenían, aceptaron para poder ofrecer fotografías al público. Pero cuando las ventas en papel no monetizaban estas galerías, las quitaron, aunque la gente las demandaba.
Poco a poco el fotógrafo vio cómo en el periódico le iban quitando importancia al departamento fotográfico, usando excusas como que algunas imágenes eran demasiado emocionales y ahí empezó a darse cuenta del problema que se le venía encima.
De todas formas Larry Price no está preocupado por su futuro, ya que como él mismo dice, está en el medio de su carrera, no comenzando, por lo que lo tiene más fácil para realizar otros trabajos o fotoreportajes, pero sí está preocupado por sus compañeros, que posiblemente acaben enfrentándose al desempleo.
Sea como fuere, Price ha tenido el valor de enfrentarse a una situación que no es rara de encontrarse en los medios impresos, para los que la fotografía ha perdido todo el valor. No sabemos si su acción de dimitir tendrá repercusión, posiblemente no, pero es un consuelo saber que por lo menos alguien ha alzado por una vez un poco la voz para llamar la atención.