Solo tiene dos años. Ayer, antes de las nueve de la noche, antes del cuento de los Dálmatas, antes de hacer el pipí y beber agua, el niño prepara su ropa para ir al cole. Camiseta y calcetines del equipo de su padre que ahora, desde hace meses (vamos, desde que nació), ya es su equipo de fútbol. Tiene carné de socio y reconoce a casi todos los jugadores en la revista. Es un seguidor más. Esta noche sabe que hay un partido importante. Y si le dejan, lo verá. Y seguro que sufrirá, igual no con la misma intensidad que un adulto, pero sufrirá. En el cole, como en el trabajo, en el supermercado, en el bar, todo el mundo habla de lo mismo: el partido que enfrenta al Real Madrid con el Barça.
La pregunta es: ¿el niño ha elegido libremente su equipo de fútbol o no ha podido evitar la pasión/presión de sus mayores por un determinado equipo? más aquí
fuente:De mamás & de papas
- Share this:
- Imprimir
- Correo electrónico