Revista Talentos
El hombre acobardado.
Publicado el 22 enero 2016 por LlunaHace mucho tiempo, hombre se cruzó en mi camino. Era bello, alegre, me enamoré de él.Cuando comenzamos , aquello era una fiesta continua, risas, baile, paseos, mimos, besos, amor, pero un día, de repente, repentinamente todo cambió , empezó a restrasarse a las citas, me hablaba con desprecio, vestía desaliñado. él era muy cuidadoso con su aspecto, dejo de sonreír, encontraba mil escusas para no salir a pasear, sentí como si se avergonzará de mí, lo cual me descolocó, pues soy una mujer que sabe adaptarse a cualquier situación, decidí preguntar, sin rodeos que pasaba, por qué ese comportamiento, a mi edad se capta enseguida cuando algo no va bien y más después de una vida difícil, no supo que responder, se sorprendió de que fuera tan directa, lo que me demostró que en todo el tiempo que llevaba junto a mí, no me había conocido nada, siempre voy de frente y no me escondo de dar mis opiniones., fui yo quien contestó, había otra persona, primero lo negó, pero sentí que mentía, dijo que pasaba un mal momento nada más, yo sabía que no era así y eso me dolió más que lo que yo ya intuía, así seguimos durante unas semanas.
Un sábado por la tarde, me presente en su casa una mujer, mayor que yo abrió la puerta, vestida con ropas caras y muy maquillada, al verla supe que ella era el motivo del distanciamiento, la mujer, con un carácter bastante agrio, me pregunto quien era yo y que quería de él, le respondí que tan solo comentarle algo, con desgana lo llamó, él apareció y al verme se ruborizó, no sabía cómo actuar, ella nos observaba de mal talante, él le susurró algo que no logré escuchar y salimos a la cafetería de enfrente, debía aclararme lo que ocurría, yo tenía razón, esa mujer era su esposa,debido a su trabajo, pasaba muchas temporadas fuera y en el último viaje,él pensó que ya no regresaría, su relación llevaba mucho tiempo muerta, por eso, cuando se enamoró de mí, se sentía libre para comenzar de nuevo, pero repentinamente ella apareció de nuevo, sin darle la opción de acabar con su matrimonio, el condición social de ella era tal que el debía callar ante esa negativa, él era una posesión mas, un compromiso para siempre, lo vi tan poca cosa, la imagen que tenía de él se vino abajo, solo era un muñequito en sus manos, que intentó vivir una vida normal conmigo, pero escondiendo sus miserias, por lo que abandoné el lugar, sin decir nada, me sentí traicionada y decepcionada.
Han pasado meses desde que lo vi por última vez, me contaron que se acabó con su vida, como cobarde que era,no fue capaz de luchar, buscar otro camino.
Siempre hay salida , pero hay tener el valor de enfrentarse a las situaciones con valentía.
Magda Jardí
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