El hombre de invierno.

Publicado el 24 abril 2019 por Aidadelpozo

Comenzaba la primavera.
Sin embargo el tiempo era invernal. Viento gélido, lluvia.
Los días, desapacibles y tristes, parecían tan malencarados como él.
Pero al fin llegaron los días tibios y el sol hizo su aparición.
Y su tristeza pareció volar a otros lugares. Ese estado duró lo que dura un rayo de sol antes de que las nubes negras lo oculten.
Pues, a pesar de que la mañana continuó apacible y las gentes asomaron sus coloridos ropajes al primaveral día, él continuó invernal.
La primavera no curaba ninguna de sus heridas.
Era hombre de invierno.