En la capilla de la inclusa comenzaron a apilarse decenas de antiguas fotografías, a modo de exvotos. Retratos de familias como Dios manda: señores de fino bigote, perlados cuellos de señora y herederos amarinados.
Esperó sentado al anticuario. Quizá la colección de píxides y relicarios le diera para comprar un urgente visado.
Etiquetas: microrrelatos, macdito