El hombre duplicado, de José Saramago

Publicado el 16 septiembre 2024 por Jimmy Fdz

 

Bibliometro S05E05. El hombre duplicado es el libro que leí inmediatamente después de La información, de Martin Amis. Fue un libro que me ayudó a recuperarme, no todavía al cien por ciento por desgracia, desde luego no es culpa de la novela del portugués José Saramago, tan sólo que la sombra de la novela del británico es tan densa y oscura que no es cosa sencilla sacudirme los restos de polvo y desembotarme el frágil cerebro, pero ya entraremos en detalles. No dejaba de pensar en la película de Denis Villeneuve, Enemy (hace más de diez años, cuando el canadiense hacía películas más modestas, no engullido por la maquinaria hollywoodense), con Jake Gyllenhaal en el doble papel del hombre duplicado y es curioso porque esa película no está oficialmente basada en la novela del Nobel de literatura, digamos que no se acredita aunque siempre se habló de "inspiración", y si bien hay pequeñas diferencias argumentales, alguna adición conceptual/visual y sobre todo de tono, o de género incluso, no entiendo por qué demonios... Ok, ok, me van a perdonar pero estaba equivocado xD... Sí está acreditado y todo, no podía ser menos, como digo, la historia es la misma más allá de, como diría el finado Piraña, sus legítimas diferencias. Aclarado todo, debería ver de nuevo esa película, la tengo muy olvidada, la vi ese mismo año, el 2013, y el trailer te deja justamente con ganas locas de ponerte a ello.

Primero que todo, demás está decir que mientras leía El hombre duplicado me era inevitable imaginar al protagonista, Tertuliano Máximo Afonso, con el rostro y la voz y la impronta de Jake Gyllenhaal y a la esposa del "otro" con el dulce rostro y la bella voz de la hermosa Sarah Gadon; cosa extraña, a la novia del protagonista no me la pude imaginar como una Melanie Laurent, en mi mente era una construcción más o menos al azar a partir de las descripciones, pero creo que se parecía un poco a la Michelle Pfeiffer de Caracortada, aunque con una expresión algo más humilde, sin ese agresivo dejo arrogante, pero sí con cierta serena altivez. Y bueno, a la madre no me la imaginé como la gran Isabella Rossellini. Aclarado este asunto de poca importancia, más aún si no saben de qué película hablo, pasemos al libro propiamente tal.

El hombre duplicado es una entretenidísima novela, mucho más compleja y diabólica de lo que aparenta. Partamos de su premisa, bastante sencilla pero origen de una enmarañada red de ramificaciones argumentales: el sencillo y apocado profesor de historia de un instituto que, al ver una película, una de esas comedias del montón, estupefacto se da cuenta de que un actor es su vivo retrato, sólo que él, Tertuliano, no tiene hermanos gemelos y nunca pensó que habría un tipo igual a él en la ciudad. A partir de este aciago descubrimiento, hará todo lo posible para llegar al fondo del asunto, si bien, desde luego, poco a poco las cosas se complican sombría y peligrosamente, ya que estamos tratando de seres humanos aún más perturbados de lo usual ante tan insólita situación. Esta novela es thriller psicológico, es una achispada comedia de equívocos, es oscura novela negra en cierta forma, es un tratado filosófico o existencial sobre la naturaleza y humanidad del hombre, es un intenso drama sobre las relaciones sociales modernas, es una suerte de ensayo práctico sobre los límites de la literatura y el arte de la narración... Y todo manteniendo un tono engañosamente ligero y simpaticón, una prosa sumamente activa, como hiperactiva, exquisita y deliciosa eso sí en su vertiginoso torrente de frases y oraciones y párrafos, de metáforas y símiles y alegorías, de reflexiones y aclaraciones, de ritmo general apabullante y sólida estructura interna que te llevan de un lado a otro en un suspiro, pero colándote certeramente todas esas capas de significados que con gran habilidad y agilidad Saramago introduce bajo la superficie de este entuerto, siempre latente. A mí me ha parecido un trabajo realmente sorprendente y magnífico, la manera en que disfraza lo complejo bajo esa máscara de desprejuiciado divertimento. Es cierto que a veces el narrador, plenamente consciente de su labor (lo que lo lleva a un terreno casi meta y que, por lo demás, ayuda a crear esta atmósfera como festiva, como si te estuvieran relatando una anécdota en una agradable velada) cae en digresiones que pueden pasarse de la raya, sobre todo para alguien que aún sufre estrés post-traumático como yo, pero es parte del encanto de esta novela y la verdad es que nada es superfluo, nada sobra, todo está fría y perfectamente calculado para generar esa sensación de perpetua confusión y vértigo, pues en esencia eso es: un infernal descenso a la locura del absurdo, del sinsentido, del azar, todo expresado en el ilógico hecho de tener un duplicado tuyo pero también a través de un cotidiano igual de absurdo aunque no en lo aparente. Imaginen El extranjero, imaginen a Kafka, imaginen Enrique Araya (si lo conocen), mézclenlos. Qué es la existencia, que es la vida en sociedad, qué es el amor, ¿es todo una obligación?, ¿se puede sentir verdadero placer en el diario vivir?, qué significado tiene todo, por qué hacemos las cosas, para qué, cuál es el punto, ¿se puede tener esperanzas, expectativas?, la identidad es realidad o es ilusión, somos por propia voluntad o por un invisible pero implacable constructo social, por qué y para qué mantenemos en movimiento circulando la maquinaria social, ¿la vida moderna nos deshumaniza, nos reduce a engranajes perfectamente reemplazables?, ¿somos piezas o modelos?, cuál es el límite a lo que podemos comprender, en fin... Por encima y por debajo El hombre duplicado es un portento de escritura y narración, va narrando dos cosas a la vez, y cada capa a su vez es un laberinto. Pero por sobre todo, digamos que es una historia sumamente entretenida coronada, por lo demás, con un capítulo final sutilmente negrísimo y aterrador, que nos habla también de los límites y la profundidad de la ética, de la moral, de lo que es correcto en situaciones sin precedentes... Un final inesperado, pero perfecto.

No se priven de esta fascinante lectura, El hombre duplicado es un verdadero tesoro narrativo. Magnífico.

Un libro viejo pero de todas formas bien cuidado, desde mediados del 2017 hasta ahora, es decir siete años y pico, El hombre duplicado ha gozado de una escueta pero constante y regular actividad, con nueve préstamos en dicho lapso, varias veces en estos nuevos locos años veinte, toda una novedad dada la tendencia al olvido que esta década prodiga a ciertos libros (la mayoría). Es el único ejemplar que hay en Bibliometro y lo tuve que ir a buscar al extremo norte de la red de estaciones, ahora que lo dejé en una sucursal más o menos céntrica esperemos que sus lecturas se incrementen exponencialmente. Obrigado.