Aquel día “el hombre que se creía el más fuerte del mundo” estaba melancólico. Recordó al niño a quien todos ninguneaban y que él había escondido bajo montañas de músculos, por fin descubrió que para ser el más fuerte debía aceptar sus debilidades. Entonces el “hombre más fuerte del mundo” lloró.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -