Rubino Romeo, el judío romano cuya vida inspiró la película "La vida es bella" (1997) de Roberto Benigni, falleció en Roma el sábado pasado a la edad de 91 años.
Esta película fue premiada con más de 50 premios internacionales, entre los que se incluyen tres premios Óscar (mejor actor, mejor película de habla no inglesa y mejor banda sonora - drama) y el Gran Premio Especial del Jurado del Festival de Cannes a la mejor película extranjera.
"La vida es bella" es una de mis películas favoritas, porque supo tratar un tema terrible de una forma diferente, enfocándola desde el punto de vista de un padre que tuvo que recurrir a toda su imaginación para conservar la inocencia de su hijo en medio del holocausto. La historia que cuenta esta cinta es un buen ejemplo de lo que considero una "buena historia" y por ello merecerá un post más detalladado próximamente en este blog.
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