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El Hombre y el Mar

Publicado el 14 noviembre 2010 por Igork

hombre y el mar

La poesia y el Mar

En su libro de poemas «Las Flores del Mal», Baudelaire dijo:“¡Hombre libre, tú siempre amarás la mar!”.
Creo que es improbable ser libre pero sí es posible amar la mar. Y a eso pienso dedicarme en breve.
Mi intención es realizar, a diario, un homenaje al poeta Jorge Guillén, quien como pocos supo inmortalizar el acto de acercarse al agua y zambullirse en ella. En «Nivel de Mar» el autor de Cántico describe, plasma un impulso, el de correr hacia el mar, el vivir la breve ilusión de la libertad, hasta ser derribado por una ola.
¡Salir, por fin, salirA glorias, a rocíos,—Certera ya la espera,Ya fatales los ímpetus—Resbalar sobre el frescoDorado del estío—¡Gracias!— hasta oponerA las ondas el tinoGozoso de los músculosSúbitos del instinto,Lanzar, lanzar sin miedoLos lujos y los gritosA través de la auroraCentral de un paraíso,Ahogarse en plenitudY renacer clarísimo—rachas de espacios vírgenes,Acordes inauditos—Feliz, veloz, astral,Ligero y sin amigo!
“Lanzar, lanzar sin miedo los lujos y los gritos”, esto deberé recordarlo como hoja de ruta vital, como éste “Feliz, veloz, astral”. Aunque como Baudelaire y su libertad, la felicidad sea una quimera. Prefiero la actitud terrenal de Porco Rosso, que pasaba el tiempo esperando, sentado frente a una playa junto a una mesita en la que se sostenía una botella de vino. Más que la absurda lucha contra el destino de ese triste cuento de Hemingway, El viejo y el Mar.
Todo el agosto de homenaje a Guillén. En el Mediterráneo intentaré encontrar a Epaminondas, a Kavafis, a Helios y a otros dioses menores, como San Miguel.
También intentaré conectarme vía cybercafé algún día. Pero antes, quiero subir un breve relato fantástico, que voy a pulir esta noche. Será divertido y ligero como una lectura de verano.

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