Revista Literatura
Era un día de verano como cualquier otro, dos hermanos un niño llamado Ernesto y una niña llamada Hanna salieron a jugar al parque como de costumbre pero su hermano empezó a hacer amigos en el parque por lo que integraba a su hermana con ellos, y fue en ese momento en el que sin saberlo conoció a un niño que marcaría mucho su vida. Pasaron los días, meses, años y su hermano se volvió muy unido al niño del parque llamado Alejandro y a pesar de ser 3 años menor que Ernesto y 2 años menor que Hanna, fue una coincidencia que Ernesto ya cuando estaba en tercer año de secundaria volvió a encontrarse con Alejandro en la misma secundaria. La amistad volvió a involucrarse y fue cuando Hanna comenzó a sentir algo tan extraño y no sabía como contralarlo, pues al ver a Alejandro sentía como su corazón latía mucho, le sudaban las manos y se ponía roja de las mejillas, y pasaron los días y se dio cuenta de que le empezaba a gustar Alejandro, claramente fue lo más discreta que pudo y en ese tiempo no le dijo a nadie, con el paso del tiempo el gusto por Alejandro se fue perdiendo en ella, y se fue al mismo bachillerato en el que cursaba su hermano Ernesto, Hanna pasa a segundo grado de Bachillerato y se enteró por su madre que Alejandro iba a ingresar al mismo bachillerato y fue cuando volvió a sentir mucha felicidad, y todas sus emociones revueltas por Alejandro. Comenzaron a ir y regresar de la escuela Ernesto, Alejandro y Hanna, después de la escuela Alejandro iba a la casa de Hanna y Ernesto y fue tanto el tiempo que Hanna veía a Alejandro, que Ernesto se dio cuenta que su hermana le gustaba su mejor amigo y le puso un límite a Hanna que con su mejor amigo no, porque el sabía perfectamente que Alejandro no se podía fijar en la hermana de su mejor amigo. Hanna se fue distanciando y cada vez menos lo veía con el objetivo de que es afecto por él, se fuera de su corazón.
Dos años después, Hanna ya veía a Alejandro como su amigo de la infancia, Alejandro invitó a Ernesto y a Hanna a su fiesta de cumpleaños, pero Ernesto se enfermó, sin embargo Alejandro la noche de su fiesta fue a la casa de los hermanos a pedirle unas cosas a su mamá de los hermanos y sin tenerlo contemplado, pidió permiso para que Hanna fuera a su fiesta, comprometiéndose en ir a dejarla a su casa, por lo que la madre le dio permiso a Hanna y se fue con él. En la fiesta iba todo bien, bailaron, bebieron, se rieron y fue un rato después que pasó lo que Hanna ni en sus sueños creyó que pasaría.Alejandro la comenzó a tomar de la mano y sin esperarlo la besó, Hanna sin saber que decir simplemente lo dejó pasar, y no fue hasta que Alejandro le dijo que ya hace mucho sentía cosas por ella y Hanna no supo reaccionar que simplemente le dijo que a ella también le llegó a gustar, Alejandro se sintió mal, pero no le creyó y le dio un beso más pero Hanna, no fue tan valiente y no le dijo que a ella aún le seguía gustando, y se tuvo que ir porque hubo un problema en su casa así que fueron por ella. A la mañana siguiente, Hanna ya no sabía que sentir ni mucho menos sabía que pensar o hacer con la situación y el tema solo daba vueltas y vueltas por su cabeza, pasaron 2 meses y Hanna y Alejandro lo dejaron como si nada hubiera pasado esa noche, y a pesar de seguir con su vida, entre ellos sentían ese algo que no podían definir.
Hanna fue a un restaurante con sus amigas y se encontró a Alejandro, resultaba que él trabajaba en dicho restaurante, por un momento se puso roja y el beso y todos sus sentimientos volvieron a aterrizar en su cabeza, llegó el momento de irse del restaurante y Hanna pensó que sería buena idea que le dijera todo lo que ella sentía por él, se hizo de mucho valor y se acercó a Alejandro para decirle que desde hace mucho tiempo ella estaba enamorada de él. Alejandro, se quedó callado y después de unos minutos le dijo que entre ellos ya no podía ser posible porque él ya tenía novia; Hanna simplemente le dijo que no había ningún problema, y al salir del restaurante rompió en lágrimas y se fue a casa, con el paso de los días Hanna solo pensaba en lo que hubiera pasado si ambos hubieran sido más valientes en ocasiones se mortificaba mucho, pero a veces sentía tan innecesario pensar en un tú y yo, del cual ya lo más probable fue su única oportunidad, pero aquella chica que por miedo al rechazo, se quedará con las ganas y remordimiento de ¿Qué hubiera pasado si hubiéramos sido más valientes? lo necesitaba sacar de su cabeza y fue cuando tuvo la oportunidad de escribirlo en un blog.