Revista Diario

El intento

Publicado el 14 marzo 2011 por Dinobat
Pedro Armando Zabaleta Reverón era un personaje normal de la Caracas palpitante, aquella que sobrevivía inmersa en su eterna destrucción, un individuo más que había seguido los pasos impuestos en el manual de vida entregado de civilización a civilización, ese manual inventado por un personaje arrecho y con sed de venganza, si ese grupo de normas y obligaciones no escritas pero que tienen que ser obedecidas a cabalidad para encuadrar dentro del modelo del hombre exitoso de la era moderna, Pedrito obtuvo su título universitario, realizó su postgrado, se casó, tenía tres hijos, un apartamento, dos carros, un perro, en fin todo un hombre de familia, responsable, atento, feliz, preocupado por superarse, estable, perteneciente a la sociedad, querido entre sus amigos, miembro de un club, jugador de criquet, borracho y mujeriego.
Pedro Armando había logrado cumplir con todos los pasos que la existencia le había impuesto, solamente existía un detalle que no lograba manejar a su antojo, Pedrito no lograba mantenerse fiel a su esposa, Ramona Cabrera de Zabaleta, elegante y majestuosa dama de la sociedad que era el hazme reír de todas las viejas chismosas que parecían obviar que también eran víctimas de maridos gozones pero que lograban mantener un bajo perfil y no llevaban el estigma de ese demonio insaciable llamado Pedro Armando. La pobre Ramona evitaba todo tipo de evento social pues de alguna u otra forma alguien buscaría la manera de hacerle la pregunta de rigor, y que haces sigues haciendo tu con ese monta cachos?
Pedro Armando estaba consciente de su debilidad y en su búsqueda de una solución para curarse de la misma Pedrito había intentado de todo, hipnosis, psiquiatras, psicólogos, un shaman, cremas, inyecciones, libros y cualquier artilugio para poder concentrarse solo en su esposa. Esa tarde había visitado a un terapista y consejero matrimonial que era conocido en el medio como "El Salvador de Matrimonios", al salir de allí montado en su carro se repetía a si mismo las palabras mágicas "soy fiel y amo a mi esposa" cuando vió pasar a una linda muchacha en la acera de enfrente, sin dudar ni un minuto paró el carro y le invitó un café, pocas horas después estaba en uno de sus apartamentos tácticos jugando al papá y a la mamá con la susodicha, manteniendo una de las tantas noches de copas, noches locas de su existencia. Borracho y cansado llegó al elitesco conjunto residencial donde vivía, se detuvo enfrente de la ventana de su pent-house y comenzó a gritar ramera cabrona! ramera cabrona! ramera cabrona!, de pronto se encendió una luz y la esposa de Pedro Armando gritó de vuelta "Pedro Armando cuantas veces te he dicho que es Ramona Cabrera y no Ramera Cabrona."
Ese día la relación tocó fondo, Ramona le exigió a Pedro Armando tomar cartas en el asunto o lo iba a dejar definitivamente, a la mañana siguiente Pedro Armando estaba montado en un avión vía París, allí algo enratonado y cansado se reunió con Pierre Pires Tiganá quien tenía años tratando a personajes que habían llegado al grado de Pedrito. El Dr. Pires hizo que Pedro Armando viera una serie de videos y leyera ciertos panfletos antes de verlo, una vez sentados en la consulta Pires hizo que Pedrito se comiera un queso brie y unas uvas, tomó una especie de varita mágica y se la colocó en la frente a Pedro, se levantó y le dijo "ya esta curado Sr. Zabaleta", Pedro se levantó y salió a la calle. Marie Claude pasaba por allí y Pedro Armando la vió y se le pegó atrás, en cuestión de minutos estaba con Marie Claude en su apartamento, el hechizo del Dr. Pires no le había hecho ni cosquillas a Pedrito. Una vez realizada la labor, Pedro Armando deambulaba por las calles de París, y se topó con el Dr. Pires quien después de verlo le recomendó que fuera a ver a un amigo de él en Shangai.
Después del largo viaje a China, Pedro Armando se reunió con Chian Ming Wong, el diminuto y anciano doctor asiático sacó unas tijeras de jardinería y le dijo a Pedrito "Pires me llamó, me explicó su caso, bájese el pantalón que le voy a cortar sus genitales, esa es la única manera con usted, no hay otra", Pedro Armando le dio las gracias al chino por su tiempo y continuó con su periplo en busca de la salvación. En Dinamarca entró al consultorio de Monika Elkjaer y fue recibido con un carajazo a la cabeza, Monika le dio una tunda de golpes con instrumentos de tortura medievales mientras le gritaba "no le vas a montar más cachos a tu esposa", Pedro Armando escapó como pudo, no sin antes salir con la secretaria de la Dra. Elkjaer, en la noche y con su ojo pepudo se montó en un avión camino a Río de Janeiro.
En Río habló con Fernanda Dos Guimaraes, quien con mucha paciencia prendió varias velas aromatizadas las cuales hizo oler a Pedrito, con suavidad y calma le dijo que visualizara su vida siendo fiel, que evaluara todo el stress al que se sometía con sus andanzas, Pedro Armando se fue relajando mientras la brasilera hablaba con su voz sensual, de pronto Pedrito se vió besando a Dos Guimaraes mientras la doctora le decía "deja a tu mujer y vente para acá". Logró salir del consultorio a pesar que la mujer arrodillada y llorando le ofrecía ser su esclava de por vida, se fue a la playa y se puso a conversar con dos muchachas, sin pensarlo se fueron al hotel hasta que Pedro Armando tomó su vuelo hacia Caracas.
Ya en la ciudad capital y sin haberse curado, intentó una última opción, manejó hasta un galpón en Fila de Mariche y conversó por largas horas con "El Iluminado del Valle", después de varios ramazos, rezos, cuatro cocos que explotaron, cartas leídas y bautizos celestiales Pedro Armando estaba de vuelta en su oficina. En la panadería de planta baja se estaba tomando un café cuando tres muchachas que participarían en el Miss Venezuela se le pararon al lado, Pedrito no sintió ni el más mínimo deseo de decirles algo, "coño" pensó "me cure", carajo me curé, no lo puedo creer", subió a su oficina y cuando su secretaria se le metió en la misma y le dijo "ay papito te extrañé" Pedrito le gritó "sal de aquí peazo de bicha" sin poder creer lo que estaba diciendo, mirando El Avila se dijo a si mismo "finalmente lo logré, soy un hombre fiel."
En el camino a su casa decidió pararse en la floristería a comprar unas bellas rosas para su esposa, allí se encontró a Maria Teresa Mendoza, una amiga de juventud y se fue a tomar unas copas para hablar de sus vidas, a golpe de 3 de la mañana abrió las puertas de su casa con la corbata de medio lado, la pajarera abierta, oliendo a una mezcla rara de perfume y lleno de pintura de labios de pies a cabeza, al entrar Ramona lo esperaba en bata de casa y con cara de arrecha y le dijo "y entonces?, Pedro Armando contestó mientras le entregaba las rosas ya escoñetaditas "mi amor no me lo vas a creer, pero te compré estas rosas y tengo más de 6 horas cayéndome a coñazos allá abajo con un payaso que es karateca y atracador de flores."

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Dinobat 1 voto ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revistas