Revista Talentos

El interlocutor en monólogos e improvisaciones

Publicado el 03 julio 2019 por Premiere Actors @PremiereActors

¿A quién va dirigido tu monólogo?

Muchos actores se suelen sentir incómodos a la hora de afrontar sus improvisaciones en solitario o sus monólogos. Al no actuar físicamente con otros personajes tienen la sensación de que se trata de una interpretación antinatural, y se sienten perdidos a la hora de afrontarlo.

Por ello, llegó la hora de plantear las razones por las que ocurre y comentarte los fallos más comunes que se suelen cometer al interpretarlos. ¡Vamos allá!

¿Quién es el interlocutor en un monólogo?

El interlocutor es la persona a la que van dirigidas tus acciones y tus palabras. En la vida real puede tratarse tanto de una persona presente como de una no presente (porque se encuentra en otro lugar, ha fallecido, etc.), un grupo de personas o incluso puede que hables contigo mismo. Por tanto, en tu interpretación, esto debería ser igual.

Cuando tienes un texto es fundamental que sepas a qué interlocutor se dirige para poder hacerlo de manera creíble. Sin embargo en el caso de los monólogos te encuentras tú sólo, sin réplica.

Es por ello por lo que necesitas concentrarte y pensar: “¿Qué oponente imaginario escucha y reacciona ante lo que estoy expresando?”

Es muy importante que te relaciones emocionalmente con un interlocutor porque, de lo contrario, puede que caigas en alguno de los fallos más típicos:

Fallo n.1: Desconexión total

Estas tan preocupado por llegar a las emociones que desconectas de todo lo demás, incluido el interlocutor. El problema es que aunque tú las vives intensamente, éstas no se reflejan en la cámara o ante el público. Todo tu trabajo se queda en nada y no se aprecia en el resultado.

Recuerda: Pensar que la acción y la emoción son unidireccionales es signo de que te falta el interlocutor.

Fallo n.2: Interlocutor incorrecto

Puede ocurrir que realmente no ignoras la presencia de tu interlocutor, pero como te encuentras en un casting y hay más personas en la sala, amplificas tu interpretación y actúas para ese reducido espacio, con lo que tu primer plano queda claramente sobreactuado ante la cámara; o puede que te encuentres haciendo una improvisación en un teatro y pienses que tu interlocutor es el público, cuando no es así.

Tu personaje sólo debe hablar y reaccionar con el público si es plenamente consciente que se encuentra en un escenario de un teatro, o con director de casting si sabe que se encuentra haciendo una prueba. Por este motivo, a veces hablamos directamente al público o a la cámara y rompemos la cuarta pared. Si la intención de tu texto o improvisación no es claramente esa, no caigas en este error.

En resumen: saber a quién te expones hará que cambie completamente la manera en la que actúas.

Trabaja el monólogo como parte de una escena

Para interpretar tu monólogo o improvisación de manera correcta, el truco es verlo y afrontarlo de la misma manera que una escena.

Como habrás visto en muchas películas, muchos monólogos no son realmente monólogos si los ponemos en contexto. Son piezas extendidas de diálogo, en las que, simplemente, las reacciones del interlocutor no son verbales.

  • Encuentra el contexto

Puede que al analizar el texto te quede claro que se dirige a un amigo. Pero, ¿qué amigo? ¿Tu mejor amigo o un conocido que hace varios años que no veías? ¿Es hombre o mujer? ¿Es alguien a quien acabas de conocer y le estás confesando todo después de que él haya hecho lo mismo contigo? Especifica y piensa: ¿Por qué le estoy diciendo todo esto justo ahora y no en otro momento?

Haz lo mismo con todo lo demás. Si el fragmento transcurre en París, no te quedes en eso. ¿Te encuentras en el centro de la ciudad rodeado de tráfico y gente, o paseando a la orilla del río Sena? Piensa en los detalles. A lo mejor en un momento dado necesitas señalar un edificio en frente tuyo o a alguien de la calle. Todos estos detalles añaden color e interés a tu trabajo.

  • Trabaja con un interlocutor real

Si no tienes demasiada práctica afrontando tú sólo este tipo de ejercicios, te proponemos un sistema que te ayudará muchísimo: trabaja con algún compañero y considerad los dos que el monólogo forma parte de una escena.

La otra persona reaccionará, e tú incluso puedes (y debes) dejarla que exprese lo que quiera con palabras, según lo necesite. Después, graba el resultado y analízalo: ¿Qué te ha hecho reaccionar con respecto al otro personaje? Trabajar de esta manera en vez de imaginarlo te dará nuevas pautas con las que trabajar, y hará que el arco de tu personaje te quede más claro.

  • Actúa solo

Después de haber ensayado en pareja, prueba a hacerlo tú solo. Utiliza todo lo que aprendiste con tu compañero y haz los ajustes necesarios. Si has trabajado lo suficiente, puede que en este momento te encuentres tan cómodo que puedas incorporar nuevos elementos que sumen profundidad y humanidad a tu interpretación, resultando en algo mucho más interesante para tu audiencia.

  • Cuida el comienzo

Un error común es comenzar directamente con la primera palabra del texto en lugar de con la acción que crea ese impulso de hablar. Te encuentras en una parte de una escena, ¿recuerdas?

Justo antes, ha habido un comentario o una mirada que ha desencadenado la línea de apertura de tu texto, así que no la pases por alto.

Conclusiones

Muy a menudo, cuando los actores están haciendo una prueba o tratando de impresionar a alguien se olvidan de muchos de los elementos que les hacen interpretar con convicción. A menudo no recuerdan ciertos aspectos que son precisamente los que un director quiere ver: la habilidad de escuchar y reaccionar en cada momento o la capacidad para actuar físicamente, no sólo con la voz, para crear una escena convincente y a la vez natural.

Un monólogo o una improvisación resulta mucho más intenso cuando el que lo está viendo sabe que hay otro personaje presente, aun cuando el actor esté actuando solo.

Cuéntanos. Después de haber leído este post, ¿piensas que ibas desencaminado en la manera de tratar tus impros y monólogos? ¿Qué trucos tienes tú para afrontar estos tipos de interpretaciones? Si recuerdas algún buen consejo que te dio un profesor, compártelo con nosotros. ¡Nos encanta cuando nos das tu opinión!

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