A Claudia no le hacía gracia tener que pasar el sábado noche en el teatro cuidando de Dani, su hermano pequeño. Lo que no esperaba, era que la función iba a resultar ser mucho más que la obra conceptual que le prometió su madre.
El Theatre of Hell le abrirá las puertas a un mundo sobrecogedor, donde tendrá que jugar sus cartas para vencer a los extraños seres que encontrará en el Bosque Muerto.
Para volver a su hogar y encontrar a su hermano, Claudia tendrá que llegar hasta la Casa de la Colina, donde Él la espera impaciente para completar el juego.
Nuestra protagonista es Claudia, una chica que hace realidad el sueño americano de “La vida son tres días, dos de fiesta y uno de resaca”. En una primera persona magistral, nos va acercando a ella misma y a la historia de forma que cuando echas un vistazo por detrás y te das cuenta de que te quedan pocas páginas te hace sentir mal. Su hermano pequeño, Dani, desaparece, y ella hace lo que toda hermana mayor con remordimientos de conciencia (no le he querido, ayer le grité... cosas de hermanos mayores): va a buscarle. Ahí es cuando la historia arranca.
Laura S.B. nos introduce en un mundo de atmósfera gótica e inquietante en unas escasas 120 páginas que por lo menos a mi me supieron a poco. Los personajes, una vez que aparecen, no se te olvidan fácilmente, porque las descripciones que abundan en este libro son claras y sencillas. Cada vez que piensas que Claudia ya se ha librado de lo que le perseguía, aparece otra cosa peor, como si las desgracias nunca vinieran solas.
Una de las cosas a las que me costó acostumbrarme fue el estilo de la autora: no sabría deciros por qué, pero en muchas ocasiones me pareció que pecaba de maquillar demasiado las frases para que parecieran más “grandes” o más “importantes”. Una vez que ya llevas un capítulo (el libro está dividido en cuatro, con lo que son larguillos) ya estás acostumbrado, pero hubiera preferido un lenguaje directo y sencillo desde el principio. Luego está el final, “ese” final tan desconcertante que a mi me dejo a cuadros e intentando buscar en la página anterior a ver si me había perdido algo. No, ¡sorpresa! no me había perdido nada. Así que ese final que no me terminó de convencer va a quitarle algún punto a la novela, que por lo demás me ha fascinado (por cierto, según mi padre esto se llama novela corta o relato largo xD)
Las ilustraciones que acompañan a la novela son hasta desagradables y desasosegantes (¡zaca palabro!) de lo bien hechas que están: cual fue mi sorpresa al comprobar que estaban hechas por la mismísima autora, al igual que la portada... ¿quién necesita ilustradores con ese nivel? xD Ya quisiera yo dibujar así en algún momento de mi vida, que será imposible (soñar es gratis, jopetas ¬¬).
El Juego de Claudia es, en definitiva, una novelita corta, muy corta que a pesar de que he disfrutado bastante no me ha terminado de convencer. Las descripciones y la protagonista, por una parte, me han gustado, sin embargo algunos párrafos largos me han aburrido y el final me ha parecido un tanto extraño. Estoy segura de que me animaré con la otra novela de la autora (La Luz de Leóen).