El juego del dragón I
Y sabia que no la amaba, y que solo la usaría como quien derrama una botella de tequila en sus entrañas para acallar las penas....pero deseaba sentirlo suyo,que entrara, que se adormeciera en la calidez de su cuerpo,que se vaciara en ella.
Era un simple pacto entre dragones apareándose al borde del abismo,un todo o nada al glotón olvido. Hambre de carne enemiga, de jugosa vida borboteando en sus deseos.
Fuera una densa niebla vestía las calles desiertas, el piso humedecido junto con la escasa iluminación hacían de él el perfecto lugar donde se refugian los sueños muertos de las putas y los secretos de los niños. Donde perderse es la primera condición para estar allí.
Con furia animal la empujo sobre la cama y desnudo arrancándola la ropa sin contemplaciones. Tumbada boca arriba sobre la desgastada colcha de aquel cuartucho en horas bajas, su cabeza hacia ingentes esfuerzos por reordenar los pensamientos que se revolvían en su cerebro... como las partículas de agua al alcanzar el punto de ebullición. Miraba el reflejo hipnótico y cambiante de un único semáforo que parpadeante se colaba por la ventana.
Gobernando un trafico inexistente que le regalaba la efímera sensación de algo parecido a la irrealidad. Etilica noche de blasfemias y besos.
Sus carnes blancas se ofertaban mientras el comenzó a gatear por el castigado somier. Toda su explicitud, sus huevos oscilantes acercándose a ella. Ese cumulo de glándulas y piel, de mecanismos químicos endurecidos. Delicioso. Los requiebros de la luz sobre ese compendio de musculos y vello, la sugerían ecos de antiguas batallas, aroma de otro cuerpo añorado sin rostro pero en un sentimiento preso en sus entrañas. Cadenas intangibles que amordazaban sus alas.
El viajaba por su ella... lamiéndola,acosándola hasta el delirio, amasando su carne en la memoria.Degustando con apetito los suspiros entrecortados,las ausencias zafandose de su boca. Aprisionaba sus pezones entre sus afilados colmillos de licantropo...entre dentelladas de loco, pero con la medida exacta donde placer y dolor convergen,donde el cuerpo desbordado hace un jaque a la muerte y nos acuna sobre un campo de amapolas y olvido. Poseía la sucia iluminación de quien a muerto muchas veces,y renacía devorando la inocencia de las vestales.
Viajo vagabundo hasta ese precipicio habitado por el fuego primigenio...por el hiriente calor de un coño de puta libre de motivos. Un magma dulzón fluyendo por la comisura de sus labios...
Los falos del averno estaban siendo fustigados y su polla renacía preñada de vida. De lechosa y cálida vida codiciando estallar.
Ajustaba el dialogo adecuado entre la lengua y el coño,en esa orgiastica santificacion de fluidos mezcclandose palpitantes.
Su cuerpo se estremecía hostigado por la excitación mientras el seguía diseccionando su sexo, leyendo sus matices y sus requiebros... como los versos prestados de un poeta. Cada átomo de posibilidad era exprimido...Cada gesto,cada sutil movimiento era recompensado con la necesaria replica de ese musculo templado y travieso.Bebía,succionaba como el abandonado indigente que besa un cartón de vino.
La sujetaba fuertemente las manos obligandola al ardor contenido. . .a esa impuesta mansedumbre que la ponía tan cachonda.¿Quien doma a un dragon?
Deseaba percibir la firmeza de su deseo entre sus labios, ser ella quien marcara el ritmo de esta carnal batalla. Desgarrarlo, atraparlo y acomodarlo al ritmo de su respiración... situarlo preso de sus delirantes jadeos, del contacto ofensivo de sus dientes contra su polla, de su lengua horadando su ano. Acompasar la vibración de su próstata sometida .al juego de su boca...pero el se lo impedía. Sus picudos pezones se mecerían insinuantes mientras sibilina se acomodaría sobre su torso para amamantarlo con sus narcóticos fluidos.Saturando su razon con ese aroma hinflamado y chorreante.
Ella también renació varias veces,también sabia bien cual eran las llaves que abrían el elixir del sumo placer...también tenia la capacidad de suministrar dolor en pos de una mayor entrega.Siempre dispuesta a despedazar caballeros para otorgar la gloria del hèroe.
Puto y sublime juego de dragones.
Tras un fugitivo beso el embistió con su miembro una y otra vez. Aferrandose con firmeza a sus caderas, fustigandolas con aquel vaivén antojadizamente desatado,batiendo sus nervudas alas buscando alzar el vuelo. Primero el enrojecido sexo y luego aquel elástico y rosado ano que acomodo con dulzura y firmeza cada pliegue de su polla.
El balanceo hacia que las sombras del pequeño escritorio se extendiesen y se contrajesen poseídas por un extraño baile absurdamente monótono. Todo se ralentizaba,todo adquiría un halo ingrávido y denso. El tiempo...si el cabrón tiempo se estaba contrayendo o dilatándose...
Inmersos en un desgarrado maremágnum de sensaciones se distanciaban de la yerma realidad,en busca de esos segundos de olvido...del arcano lugar donde no habitaban las estaciones. Alli donde renacian los sueños de los dragones.Sus deseos combustionaron sus alientos,con furia…con ansia desmedida. Deseosos de atrapar jirones piel en su memoria.
Hartarse de sus susurros y gemidos mientras se corrían...
Un estallido blanco electrificó sus neuronas, acompañado de la convulsión orgasmica …un recuerdo cruzo pasajero, como un rumor.
Y calcinaron la oscura madrugada con un alarido animal.
Fingió dormir cuando tres horas después su casual amante huía furtivamente de la habitación de aquel barato hotel. Cerro los ojos y navego por sus sueños inconclusos,evadiendo de aquella sórdida realidad...Soñó que la soledad no volvería alojarse en su alma. Allí. Vencida entre los restos de la batalla....durmió.
Esperando y deseando que alguien lo disfrute...creo y soñó. Josune