El ladrillo y la educación

Publicado el 25 octubre 2010 por Nmartincantero

¿Cuántos usos se te ocurre darle a un ladrillo? Tiesto, portalápices, estantería, martillo, OVNI...

Hace unos años escuché al director de una gran empresa informática responder a esta pregunta con una impresionante dosis de creatividad. Tan genial como la improvisación del ejecutivo me pareció el atrevimiento del periodista al hacerle esta pregunta en plena rueda de prensa.

El caso es que el vídeo que incluyo más abajo del conocido experto en creatividad y educación Ken Robinson (ilustrado con infografías estilo grafiti) me ha recordado la anécdota. Robinson indica que las escuelas continúan organizadas al estilo de las líneas de montaje de las fábricas: con toques de timbre, instalaciones separadas, materias especializadas y separadas.

Educamos a los niños en grupos de edad. ¿Por qué? ¿De dónde procede ese supuesto de que lo más importante que los niños tienen en común es la fecha de fabricación?

El problema del actual sistema educativo, argumenta Robinson, es que fue diseñado, concebido y estructurado para una época diferente: en la cultura intelectual de la Ilustración, y en las circunstancias económicas de la Revolución Industrial. Dirigido por un imperativo económico de la época y la visión de inteligencia de la Ilustración que identificaba dos clases de personas: académicas y no académicas, gente inteligente y gente no inteligente. Y la consecuencia de esto es que muchas personas brillantes piensan que no lo son.

Una de las consecuencias de este sistema es la pérdida de la capacidad del “pensamiento divergente”, la habilidad de ver muchas posibles respuestas a una pregunta, de pensar no sólo de forma lineal o convergente, una capacidad esencial para la creatividad.

Todos lo tenemos de niños, pero la mayoría lo perdemos al crecer y no ser capaces de entender que la tristeza es azul, la inseguridad amarilla, o que un clip sirve para pescar una trucha.

La traducción al español del vídeo es de Factor Humano, que nos sirve el vídeo "destripado".