Esta imagen y este texto pueden consultarse en el numero actual de la revista "Anesthesia & Analgesia". (*) No en vano la imagen es la de la portada.
Porque no siempre los resultados en el quirófano son los que uno quisiera, ni los que el paciente y sus familiares esperan.
Porque los errores -o la duda de haberlos cometido- se vuelven escarpias en el corazón y en la memoria del médico.
Porque como bien decía uno de los padres de la Cirugía, Ambroise Pare.
Todos los médicos tenemos un cementerio en el fondo de nuestro corazón
La soledad del quirófano es la que nos pulsa, nos templa a golpes entre el fuego. Nos recuerda lo que somos, lo que elegimos un día ser.
También para qué, y para quienes.
La traducción hecha al vuelo es responsabilidad de un servidor. Se me hizo imprescindible transcribir (con la mayor de las consideraciones al Dr. Roy) el texto en su idioma original.
Oh my god, what happened? I need to know.
Did I miss a sign? My response, too slow?
If I was distracted, poorly prepared,
It was not his fault. He should have been spared.
If Lachesis measured a longer thread,
That changed his fate? What? And why is he dead?
When unbidden Atropos came to call
Over our lives she cast her black pall.
Will I see his shroud in another's face?
In waking dreams am I doomed to retrace
The steps untaken, the shock, even shame
And tormenting fear that mine is the blame.
Dr. Raymond C. Roy
Dios mío, ¿Qué pasó? Necesito saberlo.
¿Me perdí de una señal? Mi reacción ¿Fue muy lenta?
Si yo estaba distraído, o mal preparado,
no fue su culpa. Tendría que haberse salvado.
Si Lachesis midió un hilo más largo,
¿Eso cambió su destino? ¿Qué? ¿Y por qué él ha muerto?
Cuando sin ser invitada Atropos acudió al llamado,
sobre nuestras vidas arrojó su negro manto.
¿Voy a ver a su mortaja en la cara de otro?
Estoy condenado a volver despertando en mis sueños,
Los pasos que no seguí, el shock, incluso la vergüenza
Y el miedo que me atormenta, que mía es la culpa.
Dr. Raymond C. Roy
* Timothy W. Martin and Raymond C. Roy
Cause for Pause After a Perioperative Catastrophe: One, Two, or Three Victims?
Anesth Analg March 2012 114: 485-487