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La acción se tomó unas vacaciones de 60 minutos
Por su lentitud al comienzo, por la extensa duración innecesaria de muchas escenas y también por no ofrecer algo notablemente distinto a sus ediciones precedentes, The Bourne Legacy no termina de convencer. Si bien técnicamente es impecable y sin ser expertos podemos darnos cuenta que se trata de una película elegante en sus pasajes, la dinámica elegida para narrar los sucesos se torna densa, no logra entretener. Al reparto no se le puede reprochar nada y lo cierto es que Jeremy Renner está muy bien como agente Bourne, incluso más convincente que Matt Damon, pero solo con grandes actuaciones y un relato prolijo a veces no es suficiente para cerrar un muy buen film. La cinta no es mala ni mucho menos, pero la acción y la tensión recién aparecen alrededor de la hora y cuarto de rodaje; todo lo que vimos antes aburre por su cualidad de estático y los diálogos se hacen pesados casi en su mayoría. Cuando en el último tramo comienza la dinámica, las persecuciones, los tiros y demás, The Bourne Legacy despierta, cobra vida y a partir de allí todo es más ameno, encontrándonos con buenas escenas y tensos enfrentamientos, cerrando así una cinta pasable pero olvidable.
LO MEJOR: Jeremy Renner, los momentos de acción y la calidad del film. LO PEOR: nada nuevo, demasiado larga en su duración para lo que se quiere contar. Una hora y cuarto inicial muy mansa. PUNTAJE: 6