El libro de los abrazos. Eduardo Galeano.

  No puedo seguir escribiendo un blog de libros sin hablar de Eduardo Galeano…Como definirlo, como acercar su universo a quien no le conozca …Muy sencillo, tomándose dos minutos y leyendo uno de sus microrelatos. Con tan solo la lectura de uno de los pequeños relatos de Galeanose habrá producido la magia necesaria para tener la necesidad de seguirle leyendo.La genialidad de saber plasmar a base de cuentitos, un entramado de poesía, belleza, reivindicación, reflexión… Una capacidad única que convierte este formato de libro en la herramienta imprescindible para amenizar cualquier circunstancia por la brevedad de sus narraciones y la falta de conexión entre ellas: una parada de autobús, un viaje, una tarde de lluvia o de playa…lo que sea con tal de mover los hilos de la sensibilidad.Como describir el mundo del que habla Galeano en El Libro de los abrazos. Un universo donde el protagonismo lo tienen los más insignificantes, los pobres, la gente sin apellidos, el pueblo. El libro de los abrazos saca a la luz el empoderamiento de los perdedores, la vida expuesta en cueros, tal cual es…Su estilo es tan sencillo, tan simple, que consigue hacer de eso, de la simpleza, un imán literario poderoso.Este libro es tan bonito como su titulo. Con el empecé a leer a Galeano, después vinieron muchos más. Para mi gusto, el formato en el que este autor es genial, es el del cuento, sin duda.Lo recomiendo totalmente. Embellece lo que toca, tan crudo como tierno, nos muestra la vida removiendo conciencias…Para concluir, un cuentito de Galeano…El mundoUn hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.- El mundo es eso - reveló -. Un montón de gente, un mar de fueguitos.Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende