Estoy bien con mi comprensión del mundo; me resulta suficiente para estar y moverme en él. Por supuesto, hay muchas cosas que no sé, y muchas que no entiendo con claridad y que no podría explicar. Me quedo con mi intuición sobre algunas de ellas, con lo que tengo por verdades superiores sobre otras, y con la simple ignorancia sobre lo que importa menos.
Tenemos percepciones, tenemos el conocimiento de hechos de la realidad material, tenemos interpretaciones, teorías diversas... Entre todo esto, hay algunas certezas: llegamos a ellas por revelación, por extensión de la experiencia directa o simplemente por ser parte de un mundo socioconstruido. No dudo que soy yo, cada mañana; no creo que fui abducida y sustituida por otro ser-entidad.
La jerarquización de los entendidos es muy útil. Si me pregunto algo que no comprendo cabalmente, o de lo que no tengo la menor idea, cuento con estas certezas para dirigir mi opinión, sentimiento, conducta. En la jerarquía, las certezas van arriba. Dado este poder, hay que tener cuidado con ellas: que no sean muchas, que no sean anatema...
Silvia Parque