En la ciudad de Potosí, se fundó en 1986 un equipo bajo la denominación de BAMIN Potosí, (acrónimo de Banco Minero), sin mucha suerte en el balompié nacional, hasta la llegada en los años noventa del empresario español Samuel Blanco, hincha acérrimo del equipo merengue, quien convenció a moros y cristianos de cambiar el nombre a Real Potosí. Blanco le dio nueva identidad a la institución (incluido colores y escudo), reorganizándola hasta su ascenso a primera división en 1998, desde entonces el conjunto potosino se convirtió en pleno protagonista,(una suerte de Super Depor) disputando títulos a los más grandes como Bolívar u Oriente Petrolero. Hoy el equipo “realista” es muy querido y respetado por su espíritu aguerrido y merecidamente, Blanco ya es parte del folclore potosino.Años más tarde, en el departamento amazónico de Beni, caracterizado por la rotación esporádica de sus equipos que no duran mucho en primera división, surgió una escuadra bajo el denominativo de Real Mamoré (nombre de un rio que atraviesa todo el Beni y es el más imponente y caudaloso de Bolivia). ¿No hubiera sido más apropiado y llamativo -hasta como reclamo turístico- bautizar el equipo como Rio Mamoré o Gran Mamoré, para homenajear a toda la región beniana?. Nunca he oído que a algún español se le haya ocurrido fundar un equipo como “Real Duero”, “Real Tajo” o “Real Guadalquivir”.Siguiendo con esa ola realista, hace pocos años, se creó en mi ciudad una academia de fútbol, denominada “Real Cochabamba y de seguro habrá algunas réplicas en otras ciudades, aunque no me consta.¿Por qué esta ceguera y falta de originalidad en la dirigencia local? Aclaro que no tengo nada contra el Madrid, pero en América-desde Alaska a la Patagonia-, la idea de realeza no cuaja en el sentimiento popular, fundamentado principalmente en el legado histórico de largos años de lucha por la independencia de las colonias de las monarquías europeas respectivas. Es así, que en casi todos los países futboleros del continente no existen equipos que lleven el pomposo nombre de “REAL” y sólo en estas latitudes, a los ‘creativos’ fundadores de nuevos equipos se les ocurre el uso gratuito, como si este título pomposo les diera magnificencia, espectacularidad , prestigio o solera.
El Madrid y su “real” influencia en Bolivia
Publicado el 05 julio 2011 por PerropukaEn la ciudad de Potosí, se fundó en 1986 un equipo bajo la denominación de BAMIN Potosí, (acrónimo de Banco Minero), sin mucha suerte en el balompié nacional, hasta la llegada en los años noventa del empresario español Samuel Blanco, hincha acérrimo del equipo merengue, quien convenció a moros y cristianos de cambiar el nombre a Real Potosí. Blanco le dio nueva identidad a la institución (incluido colores y escudo), reorganizándola hasta su ascenso a primera división en 1998, desde entonces el conjunto potosino se convirtió en pleno protagonista,(una suerte de Super Depor) disputando títulos a los más grandes como Bolívar u Oriente Petrolero. Hoy el equipo “realista” es muy querido y respetado por su espíritu aguerrido y merecidamente, Blanco ya es parte del folclore potosino.Años más tarde, en el departamento amazónico de Beni, caracterizado por la rotación esporádica de sus equipos que no duran mucho en primera división, surgió una escuadra bajo el denominativo de Real Mamoré (nombre de un rio que atraviesa todo el Beni y es el más imponente y caudaloso de Bolivia). ¿No hubiera sido más apropiado y llamativo -hasta como reclamo turístico- bautizar el equipo como Rio Mamoré o Gran Mamoré, para homenajear a toda la región beniana?. Nunca he oído que a algún español se le haya ocurrido fundar un equipo como “Real Duero”, “Real Tajo” o “Real Guadalquivir”.Siguiendo con esa ola realista, hace pocos años, se creó en mi ciudad una academia de fútbol, denominada “Real Cochabamba y de seguro habrá algunas réplicas en otras ciudades, aunque no me consta.¿Por qué esta ceguera y falta de originalidad en la dirigencia local? Aclaro que no tengo nada contra el Madrid, pero en América-desde Alaska a la Patagonia-, la idea de realeza no cuaja en el sentimiento popular, fundamentado principalmente en el legado histórico de largos años de lucha por la independencia de las colonias de las monarquías europeas respectivas. Es así, que en casi todos los países futboleros del continente no existen equipos que lleven el pomposo nombre de “REAL” y sólo en estas latitudes, a los ‘creativos’ fundadores de nuevos equipos se les ocurre el uso gratuito, como si este título pomposo les diera magnificencia, espectacularidad , prestigio o solera.