(The Sea of Tranquility)
de Katja Millay
Traducción de Miguel Trujillo Fernández
La antigua prodigio del piano Nastya Kashnikov solo quiere dos cosas: terminar el instituto sin que nadie conozca su pasado y conseguir que el chico que se lo arrebató todo -su identidad, su espíritu, sus ganas de vivir- pague por lo que hizo.
La historia de Josh Bennett no es ningún secreto. Cada persona que ha amado ha sido arrancada de su vida, y a los diecisiete años no le queda nadie. Ahora lo único que quiere es estar solo. Y parece que la gente comprende que no necesita compañía. Todos excepto Nastya, la misteriosa chica nueva del instituto, que poco a poco irá acercándose a él. Pero cuanto más llega a conocerla, mayor es el enigma. A medida que su relación se intensifica, las preguntas sin respuesta salen a la luz y él comienza a preguntarse si alguna vez sabrá quién es Nastya en realidad, o incluso si quiere descubrirlo.
El mar de la Tranquilidad es una historia profunda y emotiva sobre el milagro de las segundas oportunidades.
Ya me resulta difícil hablar de mis traducciones en general, pero es más difícil todavía cuando se trata de un libro como El mar de la Tranquilidad, que es de esos que te dejan sin palabras sin apenas esfuerzo. Esta historia es maravillosa y dolorosa a partes iguales; una novela que te hace sufrir y te enamora de ella al mismo tiempo y, en definitiva, una de las más especiales que he tenido el placer de leer.
Katja Millay nos presenta a Nastya y a Josh, dos personajes muy diferentes el uno del otro y al mismo tiempo muy parecidos, pues ambos están rotos por dentro a causa de una serie de motivos que se descubren a lo largo de la historia. Son precisamente estos dos personajes los que me han enamorado de El mar de la Tranquilidad, pues están tan bien construidos y resultan tan tiernos que es imposible no encariñarse con ellos. Pocos personajes han llegado a fascinarme tanto como ellos.
La historia está contada tanto por Josh como por Nastya, y sus voces están tan perfectamente definidas que parecen increíblemente reales. Además, en lugar de limitarse a que cuenten cada uno un capítulo de forma alterna, la autora se asegura de que quien cuente el capítulo sea relevante para lo que ocurre en él, cosa que enriquece bastante la historia.
Como veréis, no he hablado de la trama en sí. En realidad no suelo hacerlo demasiado en mis reseñas, ya que soy de los que opinan que lo mejor es descubrir las historias al ritmo que te las quiere contar este autor, pero aquí tengo motivos de sobra. La trama de esta novela es delicada y dura al mismo tiempo, intensa y absorbente, y lo mejor es ir descubriéndola poco a poco sin saber demasiado.
El mar de la Tranquilidad es, efectivamente, «una historia profunda y emotiva sobre el milagro de las segundas oportunidades», pero es mucho más que eso. Es una novela contada con una prosa maravillosa. Es un romance tierno y duro al mismo tiempo. Y es, probablemente, una de las novelas más especiales que leeréis jamás. ¿A qué esperáis para leerla?
Por cierto, para ir terminando, os recomiendo que estéis atentos a mi canal: en unos días no solo hablaré de mi traducción de la novela, sino que quizás haya una sorpresita que seguro que os gusta...
Lo mejor: Los personajes.
Lo peor: La parte de la galería de arte me resultó poco creíble.
Te gustará si... quieres leer una historia maravillosa y dolorosa a partes iguales.
9/10