El mejor cuento fantástico de René Avilés Fabila se llama Miriam y se encuentra al final del libro Todo el amor (1970-1995), el cual mezcla una curiosa combinación de deseos: vivir el milagro del amor correspondido, la pulsión del artista que sabe que tiene sus días contados, el dislocamiento del tiempo y del espacio.
Buscar el cuento Paulina, de Adolfo Bioy Casares.
Dejé mi espíritu en un departamento de las calles de Minotauro - Ocurre en un departamento de la Ciudad de México, donde se ha instalado Miriam, una joven guapa pero solitaria que ha podido emanciparse de sus padres gracias a que trabaja en una empresa. En su piso, al que llama su "reino", empieza a percibir la figura de Juan Pablo Cazal, el escritor que no vivió lo suficiente para ver publicada su primera novela. El hombre que dejó un amor en La Habana, un amor que no pudo ser, que no tuvo tiempo para desarrollarse. Sin proponérselo, Lilia Murat, la joven adolescente que envía cartas a México desde Cuba, entrega pistas a Miriam, que tiene la oportunidad de conocer al escritor en una fiesta organizada por un compañero de trabajo. La extraña presencia se ha vuelve el amor de su vida. Hay una cierta conexión que poco a poco se manifiesta como realidad palpable.
Hay momentos que me hicieron recordar el episodio Milagro de los Expedientes Secretos X (The X-Files). Fue muy bonito. También la sensación de quedarse impregnado en el departamento, una suerte de cierta presencia, hasta concluir la obra.
Mi reino por tu presencia - Como se sabe, la fantasía amorosa se esfuma en la vulgaridad de lo cotidiano. Es quizá la parte más floja de Miriam, cuando la mujer empieza a sentirse desplazada por la obra del escritor y surgen los celos, las dudas, las peleas. Me inquieta el final, la fría decisión de un suicida, y sin embargo es el único final posible, porque es auténtico (verdadero) y, en cierto sentido, luminoso futuro.
La mejor época de mi vida - Cuando quité mi departamento en Puebla, punto culminante de mi proceso de autoliberación (religión, Estado, familia), perdí mi propio espacio.
La última novela que leí de René Avilés Fabila se llama El reino vencido, que combinando lo mismo la autobiografía que el relato fantástico, alude al barrio, la colonia, el Distrito Federal o la República Mexicana.