El mercado de Guardo tiene fama mundial. Siempre le visitan gran cantidad de gente, pero en fechas señaladas se llena a rebosar de tal manera que es imposible caminar por sus calles. Es en Navidad, Semana, Santa, verano, puentes...cuando se llena el pueblo de gente que vive fuera y que vuelve por unos días a sus raíces.
Es entonces cuando la magia se apodera de sus rincones y se puede ver a la gente deambular de acá para allá con la sonrisa en su semblante. Niños, mayores, jóvenes, se lanzan a la aventura de encontrar en los puestos una ganga, un capricho, un regalo...
Los productos de la zona son exquisitos y se pueden ver enormes colas de gente esperando para comprar chorizos, morcillas, queso, jamón...
Hay gran variedad de frutas y verduras. Y aunque en invierno hace bastante frío, con un buen gorro es mas llevadero...
Las amigas aprovechan para charlar de sus cosas y se pueden escuchar exclamaciones de sorpresa por el encuentro fortuito de alguien conocido o algún familiar, y es que el mercado es como la sala de estar del pueblo donde nos encontramos todos.
El puesto "estrella" era este esta mañana, por la cercanía de la Nochevieja.
Familiares posan para mi sonrientes...
Eso si, Caco, desde que se jubiló se encuentra en todos los eventos...aquí le vemos con su mujer e hijo y Darko, este simpático peludo.
A estas chicas tan guapas las pillé probándose un gorro.
Y muy gentilmente, posaron para mi.
Leticia es una de mis más jóvenes seguidoras, su sonrisa y alegría me cautivan siempre. A su lado su mamá.
Para terminar mi reportaje, os dejo este vídeo recién hecho esta mañana a cámara lenta.