Era la cantinela que se repartía por todo el mercado , mezclada con las voces del pescadero ofreciendo su pescadilla , o el grito de la verdulera que se imponía a todas las demás.
-Quien va ahora , -decía el dependiente
-Me toca a mi. -contestaba una señora
-Señora no cuele , que voy yo antes.-replicaba otra
Mientras..
En el puesto de en trente el pescadero nos envolvía en papel de estraza y de periodico un kilo de sardinas con la habilidad de un mago, para que no nos dietemos cuenta que, en realidad , llevábamos 950 gramos.
-¿ Que te pongo Matilde ?
-Un trozo de tocino , un trozo de panceta , media careta de cerdo , de esa que adobáis vosotros, 4 chorizos , pero que sean de los que hacéis...
Mientras...
En los pasillos, se hacían corrillos de paisanos que echaban un pitillo a la vez que charlaban sobre los últimos rumores del pueblo que tuvieron que dejar , del barrio que los acogió
-¿ Que tal le va a Arsenio por Suiza ? - preguntaba , el carnicero mientras apuntaba en un paquete
-Ayer recibimos carta de el. Que nos echa de menos y que esta deseando volver.
-No cierres la cuenta , ponme unas carrilladas de cerdo.
-Paquito -.decía la señora dirigiendo al niño-escudero- que la acompañaba - vete al casquero y que te ponga 2 asaduras de cordero , un corazón de cerdo echo filetes ,y un trozo de sangre ,
Mientras ...
Niños corriendo , esquivando las colas que se formaban en los puestos ,huyendo de su ultima travesura.
-¿Nada mas ?
-No , déjamelo apuntando , cuando cobre Antonio , te lo pago.
-No se preocupe , aquí lo dejo-decía el dependiente , mientras arrancaba la cuenta del paquete y lo pinchaba en un gancho
Olores, colores , voces , calor humano , vida .
Eran en definitiva el órgano vital de mi barrio,que permanecen incrustados en nuestra memoria , de esos mercados, que poco a poco , han sido devorados sin piedad , por la modernidad, por las prisas , por la deshumazacion , de esta la sociedad del smartphone