El Triángulo de las Bermudas, también conocido con el Triángulo del Diablo y el Limbo de los Perdidos, es un área geográfica de 3.900.000 kilómetros cuadrados, situado entre las Islas Bermudas, Puerto Rico y Melbourne (Florida).
Es una zona rodeada por una línea imaginaria que va desde Florida a las Bermudas y Puerto Rico, y luego retrocede otra vez a Florida. En este famoso Triángulo se ha notificado la desaparición de hasta cien naves y aeronaves en las Bermudas, entre ellas:
- La del navío Mary Celeste en 1872.
- En 1947 se perdió contacto de forma definitiva con un C-45 Superfort del ejército norteamericano a 100 millas de las islas Bermudas.
- En 1948, de un cuatrimotor Tudor IV civil con 31 pasajeros a bordo.
- El mismo año, un DC-3 fue perdido con 32 pasajeros y toda su tripulación.
- En 1949 desapareció el segundo avión Tudor IV.
- En 1950 barco americano S.S. Sandra (de 350 pies) se perdió sin dejar rastro.
- En 1952 el avión de transporte de pasajeros británico York desapareció con sus 33 pasajeros.
- En 1954 desaparece un avión Lockheed Constellation, de la armada estadounidense, con 42 pasajeros a bordo.
- Dos años después, el hidroavión Martín P5M, con 10 tripulantes a bordo.
- En 1963, el barco Reina del Sulpher, también sin dejar rastro.
- En 1967, el carguero militar YC-122.
- En 1970, el fletador francés Milton latrides.
- En 1972, el barco alemán Anita (de 20.000 toneladas), con 32 tripulantes.
- En 1997, desaparecieron todos los pasajeros de un yate alemán.
- En 1999: se hunde el carguero Genesis después de zarpar del puerto de San Vicente; su carga incluía 465 toneladas de tanques de agua, tablas, hormigón y ladrillos; informó
de problemas con una bomba de achique un poco antes de perder el contacto. Se realizó una infructuosa búsqueda en un área de 85 000 km2 (33.000 millas cuadradas).
Sin embargo, otra posibilidad consiste en que partes de la Atlántida se encuentran debajo del Triángulo de las Bermudas. Unas legendarias pirámides atlántideas, construídas como fuente de energía podrían funcionar de manera esporádica y perturbar la comunicación de barcos y aviones, así como los sistemas de control.
Además, existen los que creen que estamos siendo invadidos por extraterrestres, y que especulan respecto de que esos alienígenas pueden, de alguna manera, trabar el campo magnético del Triángulo de las Bermudas y capturar especímenes humanos y artefactos para sus propios propósitos de investigación.
Aunque los motivos menos fantasiosos apuntan a que las fuertes corrientes y la profundidad de las aguas podrían explicar la ausencia de restos, subrayando que varias de las desapariciones atribuídas a esta zona, ocurrieron en verdad a más de 600 kilómetros. Además, naves civiles y militares atraviesan la región todos los días sin contratiempos.