Revista Fotografía

El movimiento Lo-Fi

Publicado el 07 mayo 2011 por Imnophotog
El movimiento Lo-Fi
Colores intensos, imágenes contrastadas, dobles exposiciones, luces de colores, procesado cruzado, viñeteado, estética retro, ojos de pez, formato medio, enfoques suaves, errores afortunados... todo esto -y mucho más- es lo que nos ofrece la fotografia lo-fi: la última moda fotográfica que lleva ya unos años pegando fuerte y que nos invita a experimentar, a fotografiar sin pensar y a gastar carretes como locos.
Pero en la era digital en la que vivimos, con la instantaneidad y capacidad a la que estamos acostumbrados, ¿realmente merece la pena probar este tipo de fotografía o se trata de una moda más, una estrategia de marketing muy bien montada?
¡Bienvenidos al mundo de las cámaras de plástico!
Si lo que buscas es fidelidad, megapíxeles y lo último en tecnología... éste no es el lugar. Y no porque estas cámaras sean dadas a la infidelidad... La fotografía analógica llegó a unos niveles de calidad de imagen que aún ahora nos sorprendería, véase medio formato, muy superior aún a lo que encontramos en la mayoría de cámaras digitales ¡Pero aquí no estamos jugando con estas cámaras!

Cámaras... de juguete

Holga 135 BC

Holga 135BC (utiliza carrete 35mm)

La primera vez que utilizas una de estas cámaras te deja una sensación de cualquier cosa menos de haber hecho una fotografía. Son cámaras muy simples, dadas a lo que con cariño se denomina "errores afortunados", a no ser tomadas en serio y con pocos o ningún botón aparte del disparador. Además, pesan muy poco, están hechas de plástico principalmente y, si no fuera por el flash, la mayoría ni siquiera necesitaría pilas para funcionar. De ahí que se las conozca como cámaras de plástico o de juguete.
Existen varias cámaras de este tipo que se fabrican en la actualidad. Algunas, como la clásica Holga 120, versiones actualizadas de cámaras ya existentes. Otras, como la Black Bird Fly, completamente nuevas y diseñadas en la era digital. Pero también existen innumerables cámaras antiguas que ahora encajarían en la definición de "juguete" y que se pueden encontrar en el mercado de segunda mano, como por ejemplo la Kodak Brownie Fiesta. Pero hay que tener ojo, no sólo de que funcionen, sino del tipo de película que utilizan, pues muchos formatos de película se quedaron por el camino y ahora son muy difíciles de encontrar.

Lentes... de plástico

Precisamente por la simplicidad de las lentes de estas cámaras, las fotografías muestran todo tipo de defectos ópticos: viñeteado (bordes oscuros), enfoques poco definidos, distorsiones, reflejos... Aunque, claro, precisamente estos "defectos" son los que hacen estas fotografías diferentes!

Dog Lying

Ejemplo de fotografía ojo de pez

Además, estas cámaras también son una oportunidad de introducirse en formatos poco comunes, como las fotografías ojo de pez (360º), las panorámicas extremas, la fotografía submarina, las multilentes -que capturan varias imágenes consecutivas en una misma fotografía-, etc. de una manera bastante más económica de lo que supondría hacerlo con una digital.

Guardando fotografías... en carrete

Sin duda uno de los puntos más difíciles de aceptar, sobre todo al principio: ¿no es volver atrás, utilizar el carrete de toda la vida, sensible a la luz, que no nos permite ver la fotografía al instante y que además cuesta dinero?
¡Pero no todo es negativo! (bueno, en realidad que lo es, ya me entendeis...)

Cascada

Cascada by Carmen S.E. (Holga 120 carrete bn)

Ya sea en 35 mm (el de toda la vida, o al menos de la vida más reciente) o en 120 (negativos mucho más grandes, de mayor calidad), blanco y negro, negativo color o tipo diapositiva. Los negativos producidos por estas cámaras tienen un aire especial, permiten la experimentación (como el procesado cruzado , que produce colores extravagantes, o la exposición de los agujeros del carrete en 35mm) y se sienten mucho más reales que cualquier archivo digital, al fin y al cabo, ¡se pueden ver, tocar, oler y saborear! (las dos últimas no creo que sean recomendables)

Para terminar

Desde mi punto de vista la fotografía lo-fi es una liberación: olvidarse de la calidad técnica y centrarse en tomar esa fotografía "especial", ese instante mágico o ese encuentro fortuito un día en la calle. Y también a la experimentación, con flashes de colores, superposición de imágenes y formatos poco comunes. Es cierto que la mayoría de efectos pueden ser reproducidos gracias al retoque fotográfico digital, pero no es lo mismo. El efecto en estas cámaras es genuino, sólo controlable hasta cierto punto; si bien las cámaras requieren de un proceso de aprendizaje los resultados que se pueden obtener hace que merezca la pena.

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