Revista Literatura

El nacimiento

Publicado el 22 octubre 2010 por Jeannette
EL NACIMIENTOEl llanto de pequeño que acaba de salir a enfrentar este mundo tan áspero y granoso.  Donde con paños te restriegan la delicada piel que ha estado guardada en agua sagrada.Sin duda el recién nacido no sabe hablar pero si lleva en su alma la sensación que dejaron quienes participaron de su concepción.¡Ay que indefenso esta mi niño!El ya sabía que su padre sentía una rabia profunda por su mujer… la encontraba tonta y necia a la vez.¿Yo me pregunto entonces eso no lo vio la primera vez?El ya sabía que su madre era especial…Bueno si es que se le puede llamar especial; cuando ahora ya sé que cada cual es especial.La madre se aferro al padre pues no encontraba a esas alturas con quién casarse y ya cansada le dijeran que “El tren la había dejado” Se propuso lo inesperado casarse con un joven que ya pintaba de intelectual queriendo vivir de las ideas, la poesía y la política.Yo todavía no bebía mi primer suero y ya sabía esto y más de ellos.  Sin embargo ellos nada supieron de mí.Mi madre siendo mayor desconocía lo elemental; aunque sí supo que se casaba con un hombre que admiraba pero el sostén no le daría y así vivió y así murió.  Ella de niña fue siempre la proveedora en su niñez, no conoció la libertad de ser mujer.Mi padre siendo ilustrado creyó que no estaba apto para este mundo y decidió muy temprano abandonarlo; abandonarse.  Dejó muchas hojas escritas con sus pensamientos libertarios aquellos que en su corazón gritaron y muchas veces de noche salio a exclamar por la injusticia que se le da al iletrado al pobre al abandonado por la sociedad.  De herencia me dejo un cuaderno vacío…El pequeño lloraba en los brazos de la matrona quien consiguió una nodriza para acallar la boquita que gritaba por algo tan vital como lo es el alimento inicial.En mi albor yo, me pregunto que habrá pensado Dios ante este par de ejemplares que cada cual vivió como se le dio.¡Y como sabía yo de ellos antes de conocerlos! Lo que sorpresa fue; que mi madre tuviera una negación tan profunda a mi sexualidad.  Quizás pude entenderlo cuando ya crecí, pero aun así, me pregunte yo: “Que habrá querido decir Dios” ¡Cuando tu madre reniega de ti, porque naciste mujer y te quiere dejar si es posible ahí en el lugar donde ella vino a parir! Aquel lugar de blancas sábanas y esmerada atención donde huvieron mil manos para recibirme, donde vi muchas sonrisas dulces y extrañas cuyas voces jamás oí.  “Ay madre que puedo hacer yo” si quién creo que manda es Dios.  Como lamento por ti que haya pasado el tiempo y jamás recibí un: “Te quiero mi princesa” o un “Mi niña bonita”  Ay que pena por ti porque no pudiste ver el gran regalo que es parir y dejar Ser.  Y así no ser como un tronco seco, mustio que en el camino quedo.Todo lo que viene después no vale la pena, no tiene sentido; porque lo hecho, hecho está y ya es.   De apariencia no se vive.¿O por qué ahora que estas en una mente extraviada que no sabe si viene o si va… aunque de repente; aparece en el brillo de tus ojos ese desprecio a la mujer; olvidándote que tú también naciste mujer?Ahora ya no tiene sentido nada.  Consumiste tu vida en alegrías efímeras y relaciones pueriles que te dejaron a la deriva. ¡Ay madre que puedo yo, hacer por ti!

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Jeannette ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Sus últimos artículos

Revistas