Nuevamente sacamos la alfombra roja, y ya empieza a ser una maravillosa costumbre, para recibir a una escritora y correctora profesional de la que seguro vamos a aprender tanto de su experiencia como de sus conocimientos en el terreno de la Narrativa.
Como todavía no ha llegado a nuestros estudios centrales, dejadme que os cuente algo. Hace cinco años tuve la inmensa suerte de participar en una experiencia literaria maravillosa. En el blog Cafetera de Letras, Grisel R. Núñez convocó una propuesta consistente en formar un grupo de doce autores con la finalidad de que cada uno escribiera un libro de relatos y, además, comentara y sugiriera cambios o correcciones a los relatos de los demás.
En aquella experiencia conocí personas y escritores fantásticos gracias a los que conseguí mi hasta ahora única publicación Los demonios exteriores. Todos fueron geniales, pero hubo una persona muy especial para mí. Alguien que no solo se convirtió en un apoyo motivacional fundamental para lograr terminar mi libro, sino que me hizo ver mis carencias y mis puntos fuertes, aprendí la importancia de las descripciones y de los sentidos para crear atmósferas, a poner pausa y ritmo... En fin, cada corrección de esa persona la recibía como una lección magistral.
Ese alguien es nuestra invitada de hoy, Rocío de Juan, que nos va a hablar del Narrador y el Punto de Vista, aspecto que hemos trabajado en el microrreto ¡A CIEGAS!
EL NARRADOR Y EL PUNTO DE VISTA POR ROCÍO DE JUAN
EL NARRADOR
Una historia escrita es una narración; una historia que una «voz» le cuenta al lector. Es decisión del autor elegir cómo será su narrador, cómo será la voz que contará la historia que desea dar a conocer. Se trata de una decisión inicial pero, a la vez, fundamental, pues la mayor parte de las veces de allí depende el éxito o el fracaso del texto y, además, el valor estético que el autor imprime a su trabajo.En términos generales se pueden hacer dos grandes clasificaciones del tipo de narrador:
- Según la persona gramatical utilizada: una historia puede contarse desde la primera (yo), segunda (tú) o tercera persona (él o ella) gramatical.
- Según su posición en la historia: narrador interno o narrador externo.
Te invito a que analices los narradores de las novelas que lees habitualmente y te preguntes cuál es el tipo de narrador que se ha utilizado. Descubrir la voz gramatical es sencillo, y te ayudará a saber en primer lugar a distinguir entre narrador interno o externo. En primera o segunda persona, será un narrador interno; en tercera persona, un narrador externo.
Narrar en primera, segunda o tercera persona, o saber si tenemos un narrador que nos cuenta desde dentro o desde fuera los hechos, son solo dos aspectos de nuestro narrador. El resto de las decisiones que tomaremos para configurar la «voz» que cuenta nuestra historia tienen que ver con el punto de vista o focalización narrativa.
EL PUNTO DE VISTA
Como autores elegimos una «voz narrativa» que narre la historia. Y a esa voz le otorgamos unas características y limitaciones, le concedemos una perspectiva o punto de vista propio. A este concepto también se le denomina «focalización narrativa».Nuestro narrador puede estar limitado en lo que ve, puede poseer un conocimiento parcial, quizá no puede moverse de un punto o, al revés, es capaz de contarnos lo que ocurre de modo simultáneo en otros lugares, y lo sabe todo de todos.
Si combinamos el conocimiento de la historia que tiene ese narrador y, además, el punto de vista, tenemos esta clasificación:
TIPOS DE NARRADOR
PRIMERA PERSONA
El narrador en primera persona, también llamado narrador interno, es un personaje que participa en la historia narrada, es decir, está dentro de la historia. Toma parte en los acontecimientos y tiene opiniones (y puede manifestarlas) sobre los hechos que suceden y sobre el resto de los personajes.Es aquel en torno al cual gira la historia y la narra desde una visión que suele ser tan amplia como su propia vista y tan profunda como sus reflexiones, sus emociones y sus sentimientos.Narrador protagonista
Se dice que posee focalización interna, ya que la historia se cuenta desde el punto de vista de uno de los personajes.
Es aquel que participa en la historia (sin ser el protagonista). Pero es él quien toma la voz y relata los hechos. Lo hace desde las limitaciones de una persona que solo puede hablar de lo que está al alcance de su vista o que tiene que relatar lo que alguien más le cuenta.Narrador personaje secundario o testigo
También sería un narrador con focalización interna, ya que la historia se cuenta desde el punto de vista de uno de los personajes.
SEGUNDA PERSONA
Es el tipo de narrador menos utilizado. Tiene las características del narrador interno porque suele contar su propia historia.El narrador busca la complicidad del lector. Por eso se dirige constantemente a él. Utiliza los paradigmas de segunda persona, es decir, «tú», «te», «a ti», «vosotros», «os», etc.Narrador protagonista
El narrador habla en 2ª persona. Crea el efecto de estar contándose la historia a sí mismo o a un yo desdoblado.
También sería un narrador con focalización interna, ya que la historia se cuenta desde el punto de vista de uno de los personajes.
TERCERA PERSONA
El narrador en tercera persona, también llamado narrador externo, es la voz de alguien que no participa en la historia narrada. Es decir, se encuentra fuera de la historia: no es partícipe de los acontecimientos ficticios narrados, aunque pueda dar su opinión sobre los hechos. También puede ser una voz sin opinión alguna ni consciencia propia.Posee una visión panorámica total de la historia. Todo lo sabe y todo lo ve. Tiene el don de estar en todas partes o de estar en dos lugares al mismo tiempo, puede observar un hecho, o estar dentro de la cabeza de cualquiera de los personaje. Si elige mostrarnos el pensamiento de solo uno de los personajes, sería un omnisciente limitado.Narrador omnisciente
Del narrador omnisciente (puro) se dice que posee focalización cero, ya que no hay ninguna restricción a su capacidad de conocer.
Es aquel que cuenta, exclusivamente lo que ve. Lo hace como si fuera una cámara de cine.Narrador observador, cámara o subjetivo
Se dice que posee focalización externa, ya que mantiene la objetividad y su mirada nunca se dirige al interior del pensamiento de los personajes.
Ahora, da un paso más en ese análisis de las novelas que te invité a hacer antes. Quizá su autor o autorausa un narrador en primera persona, pero ¿en torno a quién gira la historia? ¿Es alguien que nos cuenta su historia (sería entonces narrador protagonista) o es la de otro más importante que él (narrador testigo)? En el caso de que la novela que tengas entre manos esté en tercera persona: ¿cuánto sabe esa voz de los personajes?, ¿conoce todo (omnisciente), o se pasea por todos los escenarios pero solo me deja conocer los pensamientos del protagonista (omnisciente limitado)?, ¿se limita a describir o reproducir diálogos, pero jamás me transmite los pensamientos de ningún personaje (cámara)?
¿UN EJERCICIO PRÁCTICO?
Si quieres seguir practicando te invito a que analices estos relatos para preguntarte por los narradores que utiliza y, lo más interesante, cuestiónate por qué: La caída de la Casa Usher y El corazón delator de Edgar Allan Poe, y La autopista del sur de Julio Cortázar.¡Gracias, Rocío! Desde luego que tu artículo es para tenerlo bien a mano, pero no creerás que vas a dejarnos tan pronto, ¿verdad?
Rocío a la izquierda de la imagen en compañía del profesor Ángel Zapata, ¿recordáis todavía los cocodrilos en nuestros relatos ¿verdad?
ENTREVISTA A ROCÍO DE JUAN
ETDO: Bueno, Rocío, ni te imaginas las ganas que tenía de contar con tu visita al blog. ¡Cuánto tiempo ha pasado desde aquel proyecto de Cafetera de Letras!
ROCÍO: La verdad es que sí, ¡y todavía sigo dándole vueltas a algunos de los relatos que escribí!
Como he comentado cuando recibía alguna de tus correcciones pensaba en lo estupenda profesora de escritura que serías, así que no me extrañó en absoluto cuando tiempo después comenzaste con esta profesión, ahora con Rocío de Juan Escritura Creativa. ¿Te está pudiendo más tu vena de profesora que la de autora?
Me apasiona escribir, y el resto de actividades que hago son para poder vivir de la literatura, de la escritura creo que solo pueden vivir aquellas personas con muy grandes best-sellers, pero es cierto que la dedicación a un negocio propio —y ya sabemos que los autónomos trabajamos 24 horas por 7 días—, el tiempo dedicado a mi propia ficción ha disminuido. Aun así, como cualquier persona muy ocupada, busco mis propios «recursos» para encontrar ese espacio propio, como por ejemplo apuntarme a talleres como alumna, embarcarme en colaboraciones, o bloquearme un cierto número de horas al mes para revisar mis proyectos de escritura.
En aquella experiencia que compartimos con Cafetera de Letras una de las cosas que descubrí es lo difícil que es revisar un texto propio.
Ya lo dice aquel principio jurídico: nadie es buen juez en causa propia. Y me remito a un gran autor, Stephen King, que en su autobiografía literaria Mientras escribo explicaba su necesidad, cuando trabajaba con los borradores, de distanciarse de su texto, lo que solo conseguía dejándolos tanto tiempo guardados que, al final, podía leerlos y corregirlos como si no fueran suyos. Es muy difícil revisar cuando estamos bajo la carga emocional de la historia que hemos escrito y (todavía) enfundados en el traje de autor o autora. Se pierde la subjetividad.
Ahora que comentas eso de revisar tus textos como si no los hubieras escrito, me ha llamado la atención descubrir que durante una época fuiste una ghostwriter. ¿Cómo se lleva eso de escribir para otro?
Como ghostwriter pura y dura trabajé un año, fue toda una experiencia. Yo siempre lo he enfocado de modo positivo: alguien necesita tu capacidad de expresarte por escrito, y te contrata para hacerlo. Las historias no eran mías, sino de otra persona, yo solo he ayudado a contarlas. En cierto modo, cada vez que hago un trabajo de corrección de estilo, soy un poco ghostwriter.
Me viene a la mente el caso de Lovecraft que prácticamente reescribía por completo las novelas que le enviaban autores como Adolphe Castro o Zealia Bishop…
O como lo hacía Gordon Lish con Raymond Carver. Yo no me entrometo de ese modo —eso es consigna del corrector de estilo: respetar el estilo de quien te contrata—, pero sí se aportan muchas sugerencias que, al final, me hacen sentirme muchas veces parte de esos textos.
Revisar, corregir, pero sin olvidarnos de jugar. El lema de este blog es que jugar es el mejor sinónimo para escribir y me parece que hace tiempo que tú acuñaste un término muy preciso para definirlo.
¡Ludoliteratura! Lo acuñé hace muchísimos años en mi primer blog (ludolingua.blogspot.com), llamado así por este motivo: uno irremediablemente el concepto diversión a la literatura. Escribir no es tarea fácil: requiere formación, práctica y constancia, pero ¿por qué sufrir en ese proceso? Podemos aprender, escribir y mejorar nuestro estilo con el disfrute como compañero de camino, y sin restar un ápice de seriedad a nuestro compromiso literario.
Algo perfectamente compatible, y siguiendo con términos made in Rocío, ¿en qué consiste ese recurso llamado «despiezarrelatos»?
Ese se me ocurrió en 2015, cuando inicié una especie de club de lectura de relatos con una guía de cuestiones diseñada por mí. Elegí los relatos siguiendo el canon del cuento de Harold Bloom, y nos reuníamos para comentarlos en profundidad. Despiezar relatos, desmontarlos, analizarlos, son sinónimos de una misma actividad, la de extraer de una historia toda su enjundia en términos de tema, personajes, trama y recursos literarios, unido al conocimiento de la biografía del autor y su contexto. Algo que utilizo en todos mis talleres avanzados, y que resulta imprescindible para aprender.
¡Y vaya si cuentas con talleres! Desde los más genéricos a los más específicos, como los dedicados a escritura gótica sureña o intimista. ¿En qué se diferencian unos de otros?
Tengo la fortuna de que una cifra importante de mis alumnas (inmensa mayoría) y alumnos repitan…
Imagino que en el buen sentido…
Ja, ja, ja. Por supuesto, como quien repite una ración churros con chocolate. Bueno, te decía que además de los «clásicos», como el taller inicial y avanzado, voy creando nuevos talleres avanzados para poder ofrecer la posibilidad de seguir escribiendo. La elección de los temas siempre tiene que ver con mi propia experiencia de escritora y lectora. Si a mí me ha servido cierto recurso o técnica de escritura, lo utilizo para crear un taller en torno a esas autoras o ese aspecto, y estudiarlo en profundidad. Así sucedió con las escrituras del yo, que fue para mí un descubrimiento gracias a Reyes Adorna, y que dio origen al taller intimista. En el caso del gótico sureño, son unas escritoras que me han fascinado desde hace muchísimos años.
¿Tienes pensados impartir nuevos talleres en breve?
¡Y tan en breve! Siguiendo a tres autoras norteamericanas actuales estamos teniendo un taller de narrativa contemporánea. O aprovechando mi debilidad por la escritura inquietante, ha nacido el taller de relato insólito, donde exploramos la narrativa de lo inusual de la mano de autoras españolas e hispanoamericanas.
Y es que la labor de un corrector va mucho más allá que una simple revisión de faltas ortográficas. Oye, dado que todavía falta un rato para el toque de queda, ¿por qué no nos explicas en qué consiste el asesoramiento literario?
Es un servicio literario consistente en tutorías presenciales o a distancia, de una hora de duración, me las encargan para muy diversos fines: revisar un proyecto terminado, para dejarlo pulido (novela o libro de relatos); construir paso a paso una novela, o un libro de relatos con hilo conductor; tener un taller personalizado; o cualquier tema que implique trabajo personal por parte de quien contrata la tutoría, y revisión y guía por mi parte de lo que me entrega (siempre reviso las entregas fuera del tiempo de tutoría, se entiende, la tutoría es para comentarlas).
Antes de marcharte no puedo dejar de preguntarte sobre la Rocío de Juan escritora. Pronto saldrá una nueva edición de tu libro de relatos, ¿qué clase de historias nos encontramos en esta antología?
La posada de los vientos y otros relatos inquietantes, en efecto, ha llegado a la tercera edición, y es un libro que solo me ha dado alegrías. Contiene relatos, precisamente, de lo que indica su subtítulo, historias donde el elemento perturbador tiene relación con lo desconocido, con lo inusual, con la magia o el mundo de los espíritus, siempre con la idea de hablar de algo muy real: nuestros miedos personales.
¿Estás preparando alguna nueva antología o novela?
Tengo dos recopilaciones de relatos pendientes. Una de ellas ya está bastante trabajada con betalectores y corrector externo, y mi idea es dejarla terminada este 2021. A la otra aún le queda pasar de la fase de borrador. Estoy comenzando una novela, pero me interesa especialmente recuperar un hábito de escritura, y no quiero imponerme fechas para acabarla. Lo importante es la constancia, y dejarla lo más pulida posible.
Rocío, ha sido un lujo contar con tu visita.
Te aseguro que el placer ha sido mío. Hum, ¿qué te parece si os dejo un regalo?
¿Un regalo? ¡Genial! ¿De qué se trata?
¿Qué te parece una miniguía con 55 frases que te permitirán generar tramas infinitas?
¿Que qué me parece? ¡Lo quiero ya! ¿Qué hay que hacer?Basta con suscribirse a mi blog rociodejuan.com y, además, al hacerlo tienes un descuento del 10% en mis talleres. Unirse a la ludoliteratura solo tiene ventajas.
Sin duda, Rocío. Y ahora ¡a escribir!
Si quieres conocer más sobre Rocío, a qué se dedica, si os gusta escribir y disfrutar con ello, y saber cómo puede ayudaros os dejo los enlaces a sus redes:
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¡Saludos Tinteros!