La casa se inunda de un olor especial cuando ella llega. Consigue solo con su presencia que los malos humores salgan volando por las ventanas. Primero nos mira, nos observa y luego nos dedica su delicada sonrisa. Y es que todo en ella es delicadeza. Tiene la habilidad de expresarse con sus gestos y miradas, porque es tan pequeñita que aún no habla con fluidez. Consigue con su diminuto cuerpecito y su enorme sonrisa, que todos parezcamos un poco "subnormales" y hablemos en un idioma raro y bastante ñoño que tan solo ella y los que son como ella lo entienden. Cada vez estoy más convencida que ellos son seres angelicales que vienen a enseñarnos el verdadero valor de la vida y consiguen aflorar en nosotros sentimientos que solo con ellos nos atrevemos a demostrar. Estos seres son los niños y tiene mucho que enseñarnos. Pero creemos que por ser más viejos que ellos ya lo hemos visto todo y no es así... debemos aprender a disfrutar y a entender la vida como solo ellos saben hacerlo. Repartiendo su cariño a cambio de nada, felices con una caja de cartón o cualquier instrumento inservible, inocentes, avispados y sonrientes. Si ves a algún niño triste, sin duda la culpa es del adulto que le ronda. Y en mi caso, ella es mi sobrina... Es uno de esos regalos que la vida me ofrece y que tengo que agradecer a quien sea que la haya puesto en mi camino. Al verla me pregunto ¿Cómo hay seres tan inconscientes capaces de hacerles daño, de abandonarlos? Si con tan solo contemplar sus miradas, algo estalla dentro de nuestras almas. Todos llevamos un niño dentro que de vez en cuando deberíamos sacar a pasear...¿Sabrías explicarle a un niño porqué te comportas como lo haces? ¿Sabrías explicarle que un día fuiste niño y veías la vida con otros ojos? ¿ Cúando te convertistes en el adulto que eres? No tengas miedo y si tienes la suerte de tener un niño cerca, aprende todo lo que puedas de él porque sin duda te enseñará muchos más que lo que tu le puedas mostrar..