Y ahora, en tiempos de crisis y de nostalgia, se trata de un buen momento para reforzar esos pequeños placeres que nos brinda nuestra cultura del buen comer y buen beber. Es ahí donde aparece, por ejemplo, el carajillo, esa mezcla de café y alcohol que todos asociamos a las ganas de entrar en calor y coger fuerzas.
Magno, una de las principales marcas de brandy en nuestro país, quiere devolverle al carajillo todo eso que parece que ha perdido durante un tiempo. Quiere, al fin y al cabo, recuperarlo de nuestra memoria. Aspiran a convertir esta bebida vivificante en el nuevo gintonic de los bares dando a conocer su receta original y alguna que otra variante más glamourosa.
Tal es su iniciativa que han realizado una formación sobre su preparación a camareros de diferentes locales y ciudades, donde ya se pueden degustar sus creaciones carajilleras (ver la Ruta del Carajillo aquí).
En nuestras cabezas, y en la mayoría de bares, el carajillo es el típico café con un chorrito de alcohol. Pero este cóctel caliente merece un poco más de atención y tiempo como bien quiere enseñarnos Magno. Recuperando la receta original de la Sierra de Maestrazgo, nos enseña dos formas de dar vida al carajillo, una más sencilla y otra más sofisticada:
- Receta para carajillo Magno simple: ver vídeo.
- Receta para carajillo con sirope de higos: ver vídeo.
Quizás con esta iniciativa se consiga que el carajillo no sólo forme parte de las sesiones matutinas de los jubilados en los bares ni sólo sea para esos momentos de sobremesa donde uno intenta revitalizarse o seguir animándose tras el vino de la comida. Quizás llegue el día en que alguien entre a una coctelería a media tarde y se pida un carajillo con aroma a higos. Quizás, nunca se sabe. La gastronomía, y nuestra mente, son así de inquietas.
Más info en: http://www.carajillomagno.com/