el origen de la magia

Publicado el 09 septiembre 2013 por Maslama


una vieja leyenda rabínica cuenta que en el Paraíso Terrenal Eva fue la amante del ángel Samael, mientras que Adán estaba en los brazos de Lilith. Y de la trilogía de los amores de Adán y de Eva, de Adán y Lilith, de Eva y Samael, nació la Humanidad. Ahora bien, Lilith y Samael enseñaron la magia a Adán y Eva.
otra leyenda sobre los orígenes de la magia se desprende del capítulo VI-2 del Génesis: «Viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron de entre ellas por mujeres las que bien quisieron.» Se trata de ángeles caídos, quienes en su entusiasmo por las hijas de la Humanidad, les enseñaron la magia.
El
Libro de Enoch recoge más detalles de la historia:
En aquellos días en que los hijos de los hombres se multiplicaron, ocurrió que les nacieron hijas, bellas y deseables.
Y cuando los Ángeles, las criaturas celestes, las hubieron contemplado, se enamoraron de ellas; y se dijeron mutuamente: «Escojamos esposa en la raza de los hombres, y tendremos hijos con ellas.»
En número de doscientos bajaron, pues, sobre Aradis, lugar situado cerca del monte Armón.
He aquí los nombres de sus jefes: Samyaza, el principal de entre ellos, Urakabarameel, Akibeel, Tamiel, Ramuel, Danel, Azkeel, Saraknyal, Asael, Amers, Batraal, Anane, Zavebe, Samsavael, Ertael, Turel, Yomiael, Arazeal. Tales fueron los jefes de los doscientos ángeles; y todos estaban con ellos.
Y cada uno de ellos escogió una mujer; se acercaron a ellas, y con ellas cohabitaron; y les enseñaron la magia, las hechicerías y las propiedades de las raíces y los árboles.
Y aquellas mujeres concibieron; y parieron gigantes, cuya talla era de trescientos codos.
Devoraban todo lo que podían producir los trabajos de los hombres, y fue imposible alimentarlos.
Azayel enseñó a los hombres a hacer espadas y cuchillos, escudos, corazas y espejos; les enseñó la fabricación de brazaletes y de adornos, el uso de la pintura, el arte de pintarse las cejas, de emplear las piedras preciosas y toda especie de tintes, de modo que el mundo se corrompió.
Creció la impiedad; se multiplicó la fornicación; las criaturas transgredieron y corrompieron todas sus vías.
Amazarak enseñó todos los sortilegios, todas las hechicerías y las propiedades de las raíces.
Amers enseñó el arte de resolver los sortilegios.
Barkayal enseñó el arte de observar las estrellas.
Akibeel enseñó los signos y los caracteres mágicos.
Tamiel enseñó la ciencia de los astros.
Y Arandel enseñó los movimientos de la luna.

ronronea: claudia