Yo: Perdóname, iba distraída. - levanté la cabeza y lo vi. Sus ojos claros, verdes para ser exactos, esos mismo que un día me enamoraron.
Él: Perdóname tú, miraba hacia otro lado. No esperaba cruzarme contigo por aquí. ¿Sigues estudiando aquí?Yo: Sí... estoy convalidando segundo... Y tu, ¿qué haces por aquí, no deberías estar en la uni?
Él: Aahh... ánimo, que seguro que lo sacas. Empiezo la semana que viene, y como algunos colegas estudian aquí, he venido a verlos. - Nunca un ánimo me había afectado tanto. Estuvimos charlando un buen rato, o al menos, eso me pareció a mí.
Él: Bueno, me tengo que ir.
Yo: Yo también me voy, no tengo más clases por hoy.
Él: ¿Nos vamos juntos entonces?
No me podía creer lo que acababa de escuchar. Nunca habíamos hablado en persona, y eso que antes íbamos al mismo instituto... Aunque al decir verdad, hace unas semanas me lo crucé por la calle y me saludó. En lugar de ir a casa nos quedamos en un parque que hay de camino, ya que vivimos cada uno en una punta del barrio. Al despedirnos, me dio dos besos. He de reconocer que me puse roja como un tomate. De camino a casa iba dando saltitos debido a mi extrema felicidad. No solo era la primera vez que hablábamos, sino que, además, habíamos quedado el viernes.