El ovillo de lana

Publicado el 19 octubre 2016 por Aidadelpozo

Y pasa,
que te lías cual ovillo de lana,
y acurrucado,
esperas que desenreden
todas tus ansias,
todas tus dudas,
todas tus ganas.
Pero no es tiempo,
no es el momento,
ni el día,
ni el lugar,
ni el sueňo.
Y es entonces cuando
decides que nadie ni nada
pueden desenredar la madeja,
salvo tú.
Y así,
encuentras las fuerzas
que ni siquiera sabías que estaban.
Y, al fin,
tu reloj es tuyo,
tu vida es tuya,
el camino lo ves más recto
que ayer
y tu meta,
más clara.