EL PADRINO, PARTE III (THE GODFATHER, PART III, 1990) de Francis Ford Coppola

Publicado el 21 julio 2011 por Loquecoppolaquiera @coppolablogcine

Sin necesidad de dar continuidad a una de las sagas más populares e históricas, que no se haya dicho ya de esta colosal trilogía, Coppola se ve arrastrado a poner fin a su crisis económica y a realizar este último Padrino. Su final es maravilloso y espectacular pues es inolvidable ver como sufre el gran Michael Corleone, que en las anteriores entregas muestra lo mejor de sí mismo como actor y dejando para los tiempos el mejor papel, indestructible ante sus enemigos y destructor de su matrimonio, frío y calculador, y al que vemos como todo se vuelve contra él en este fin de campaña.
Esta tercera entrega es equiparable a las dos anteriores y debe verse como un conjunto y no desprestigiarla, aquí se profundiza en el ocaso de Michael, en sus pecados y en lo que ha sido su vida. Michael comprende que ya no deberá tener un sucesor en su hijo sino que debe dejar que siga su camino, que sus negocios deben ser legales por lo que a su entender y desconocimiento decide embarcarse rumbo al Vaticano. El inicio de la película nos lleva al día en el que Mike antepone la propia sangre y que le marcará hasta el fin de sus días. Durante los 160 minutos de película intentará redimirse para acabar como acabó la segunda entrega, solitario y abandonado. Si en la segunda parte las relaciones llegan a un punto de explosión aquí es al contrario e intenta desligarse del mundo que le llevará a la tragedia; yaen la segunda cinta vemos a un Michael destruido por su propio poder y dando a entender su arrepentimiento del cual saldremos de dudas en la continuación de la saga cuando Don Corleone se confiesa, muy a su pesar, con el Arzobispo y le dice: "¿De qué sirve confesarme, si no me arrepiento?". Da un giro en sus negocios y se adentra en el mundo de la iglesia, en la boca del lobo, llevado por sus remordimientos y la aceptación de lo que fue. Pero al final la redención y el arrepentimiento no sirven de nada, solo muestran lo que es y quién es Michael; él mismo dijo en el segundo padrino al senador: “mostramos la misma hipocresía”.

Una frase de Michael Corleone resume lo que ha sido su vida al mando de la familia Corleone, aquella en la que muere Don Tommassino: “porque a ti Don Tomassino todo el mundo le ha querido y a mí sin embargo siempre me han temido”.      El final de la trilogía es bastante digno, es decir, muy digno y contiene momentos que bien pueden ser recordados e integrados en aquellos apartados de escenas favoritas o simplemente sobrecogedoras. Este padrino es idéntico al primero en cuanto a todos los elementos argumentales. Aún así estuvo nominada a 7 premios de la academia de Hollywood. Posiblemente ha ido ganando con el paso de los años a pesar de la ausencia de algunos protagonistas como Tom Hagen, y lo ya comentado sobre el papel de su hija Sofia, aunque en las anteriores sagas aparecen miembros de su propia familia; porque como ya dijo Coppola era imposible alcanzar el nivel de las dos entregas anteriores.

Por tanto debemos ver este cierre como una buena película que muestra la decadencia y la redención y vuelve a las ambiciones y la condición humana, mucho más en las anteriores.
MIGUEL ÁNGEL ACOSTA RODRÍGUEZ