Sr. Cartero.
El paisaje urbano es apasionante, me atrae y me entretiene en este mi hobby que es la fotografía.
Tal vez por el hecho que vivo en una gran ciudad como Buenos Aires es lo que me induce y condiciona a buscar y fotografiar esos espacios y esos momentos que pasamos en ellos.
Esta imagen la tomé cuando fui a conocer el Centro Cultural Kirchner (ex Correo Central) y frente a el la estatua del cartero. Miré la escena y me pareció que debía fotografiar la estatua y su entorno, el cantero de rosas blancas al frente y por detrás la ciudad en pleno crecimiento con el sol y las nubes. Este paisaje nos muestra a mi entender dos épocas.
En la primera representada por el cartero en la que fue realmente un protagonista esencial en las comunicaciones.Te acordás aquellos tiempos, bueno no vos que sos muy pichón, pero hubo una época que el cartero era muy esperado y recibido con alegría, te diría. Era el portador de la carta que tanto esperábamos.Ese sobre nos traía las novedades que solo de esa manera era posible obtener.
En esos tiempos no existían los celulares y en unas contadas casa se mostraba el aparato del teléfono, pero las comunicaciones eran dificultosas y conseguir una comunicación entre dos poblaciones distantes era una odisea que representaba una demora de muchas horas.
La carta era un medio donde se expresaba el romanticismo propio de esos tiempos, el amor era transportado en una misiva dentro de un sobre que aquel abnegado servidor público se encargaba de entregar a su destinatario.
El progreso fue cambiando los hábitos, los pensamientos, las maneras de vivir, lo fue transformando todo. Lo que era dejó de ser y cada cosa se renueva al ritmo de su avance.
Es así que me temo que también el romanticismo dejó de existir en la forma que era en ese entonces y tal vez hoy si existe se exprese de otra manera, no lo sé..Volviendo a la imagen, la segunda época es la que se vé detrás del monumento que es la de una ciudad en constante crecimiento y que debe gran parte de su empuje a los adelantos en el conocimiento que permitieron la fantástica transformación en la que esta inmersa no sóla la ciudad sino el mundo entero.