El pájaro que causa la lluvia.

Se rompió un dique en las sabanas del cielo
Y por entre los matorrales se pasea esperpéntico
El pájaro que causa la lluvia.
Domador de yeguas sin luna
Menea hacia la espuma el sabor del celo.
Una harija acicala de luz
la noche dormida sobre el árbol que da garzas.
Salta el pájaro hacia el charco del infinito
Y agita las alas para que el rosicler lo pinte.
Sordos de silencio,
ante el silbato agujereado que llama la lluvia,
los emperadores, conmovidos, titilan luciérnagas.
Una flauta disipa con memoria el agua;
fino elemento que funde el terruño.
Basta un ojo fijo en lo perdido
Para que un huracán devaste la presencia.
Llora la niña en la mujer que apostó hacia el amor;
Escápulas aburridas consuelan a la anciana
Que desmigaja el viento:
comida de las olas en el muelle.
Toda su fuerza fue existir para la caricia
Pero la envejeció la ausencia.
La soledad es un animal que domestica.
En la manga del lobo se esconde el flamenco.
Danza el pájaro que trae la precipitación,
Retoza el pájaro que causa la inclemencia.
Una ciénaga hierve de ganas nebulosas
Y la lluvia es apenas
Un recuerdo que todavía humedece.
El pájaro entierra una pata
Y como un faro en mitad de la tempestad
Comienza a desvanecerse (fantasma en el olvido),
Dejando apenas su canto en las goteras.
El gato de Cheshire
pierde la sonrisa.
Un eco queda: Llueve.